"Las empresas de transporte colectivo terrestre sometidas al contralor de autoridad nacional deberán transportar gratuitamente a las personas con movilidad reducida en el trayecto que medie entre el domicilio de las mismas y el establecimiento educacional y/o de rehabilitación a los que deban concurrir. La reglamentación establecerá las comodidades que deben otorgarse a las mismas, las características de los pases que deberán exhibir y las sanciones aplicables a los transportistas en caso de inobservancia de esta norma. La franquicia será extensiva a un acompañante en caso de necesidad documentada".

El texto corresponde al artículo 22 de la Ley 24.314, De accesibilidad de personas con movilidad reducida.

Dicha norma establece obligaciones para las concesionarias de los servicios de transporte y derechos para las personas con discapacidad.

Sin embargo, según denuncian usuarios y organizaciones, en la provincia de Córdoba el cumplimiento de la ley suele estar sujeto a la discrecionalidad de choferes y boleteros.

Por tal motivo convocan a una marcha que se realizará el próximo viernes 6 de diciembre, desde las 17, hacia la Estación Terminal de Ómnibus de Córdoba.

Aseguran que su objetivo es no permitir el ingreso o egreso de ninguna unidad. Sólo así, creen, los transportistas entenderán su causa.

"Somos un bulto para el servicio de transporte de nuestra provincia", afirman en la consigna.

"No quieren que viajemos"

La movida es organizada por la Fundación Derechos Sobre Ruedas, cuya titular apunta directamente contra los empresarios del rubro.

"No nos quieren llevar. Nosotros nos guiamos por convenciones y leyes que están por encima de cualquier interpretación, pero siempre ponen una excusa. Nos tienen que llevar gratis, aunque no les guste", afirma Norma Blanco en diálogo con cba24n.

"Estamos cansados. Hemos dado mucho tiempo ya, pero la situación es cada vez peor. Hasta tenemos que soportar maltratos. Parece que resultáramos molestos", añade.

Entre otros ejemplos, acude a la selección de básquet sobre ruedas que representa a la provincia. "Cada 15 días deben viajar y siempre es un drama. Aunque busquen con tiempo, siempre les ponen alguna traba", asevera.

Certificado

Gisela Gómez tiene 24 años. Desde hace cinco vive en Córdoba. Periódicamente debe volver a la provincia de Buenos Aires, tanto para visitar a su familia como para recibir atención de su médico especialista.

En los últimos dos años, sostiene, las dificultades para acceder a un pasaje se han incrementado. Nombra tres empresas cordobesas con las cuales ha tenido que discutir. En uno de los cruces hasta le advirtieron: "Si te hacés pis no vamos a limpiar".

Sin embargo el caso que más la enerva ocurrió hace una semana. En la terminal de Campana los choferes de una línea con la que ya había viajado no querían dejarla abordar el micro. Aducían que el certificado que presentó exigía un acompañante pero ella quería viajar sola.

"Sí, el certificado menciona acompañante. Pero también dice, sujeto a la ley, que puedo viajar sola si considero que puedo desenvolverme sin problemas. Y así lo he hecho en muchas ocasiones ya", señala a este medio.

"Yo les expliqué a los choferes, como antes a los boleteros, que la discapacidad que poseo impacta de diversas maneras a cada persona. Yo puedo subir y bajar del coche. No puedo caminar una cuadra, pero sí trepar escaleras. Pero no me escucharon. Tampoco miraron la ley. Dijeron que simplemente respondían a lo que a ellos les decían que debían hacer", afirma.

La situación, que se produjo de madrugada, en una estación con boleterías cerradas, sólo se destrabó cuando el padre de Gisela tomó los datos de los choferes y advirtió que acudiría a la Justicia.

"Después de un rato hablaron con un superior. Me dijeron que me llevarían, por esta vez. Les dije que no hay esta vez, que tienen que cumplir lo que dice la ley", enfatiza.

Con tales antecedentes no duda en ratificar que será una de las tantas que se hará presente en la Terminal el próximo viernes.