La malla de contención que cubre la estructura del Túnel Subfluvial “Uranga-Sylestre Begnis, uniendo Santa Fe con Entre Ríos, quedó expuesta y a la vista de todos tras la histórica baja en el caudal del Río Paraná.  

Al respecto, las autoridades del ente que administra esa vía de comunicación, inaugurada en diciembre de 1969, aseguraron que el túnel no corre riesgo pero advirtieron que es peligroso caminar por encima de la estructura.

Augusto Cortés, director técnico de la estructura vial, dijo que la cubierta protectora que asoma sobre el Río tiene una extensión de 900 metros sobre el ducto principal que está a 12 metros de profundidad. Y aseguró que “no hay riesgo que por la bajante histórica el túnel se vea afectado. Tampoco hay peligro para la navegación comercial porque las barcazas saben de la presencia y están anunciados para que tengan un canal de navegación seguro ”.

No obstante, advirtió que en embarcaciones de recreación o de pesca se puede generar “algún inconveniente” ante un desprevenido e incluso con algunos imprudentes que se acercan para caminar sobre la malla. “No se debe hacer, se pueden lastimar. La gente no se debe acercar ”, fue la recomendación por la cubierta que asoma sobre el Paraná.

La impresionante forma que emerge del río

Lo que a simple vista parece el lomo de algún monstruo acuático es en realidad , la estructura de las tres capas de resina poliéster reforzadas con lana de vidrio diseñada para impermeabilizar la estructura de tubos de cemento, canto rodado y hierro.

La bajante del Río Paraná volvió a dejar al descubierto la malla protectora del túnel subfluvial. Foto: La Nación
La bajante del Río Paraná volvió a dejar al descubierto la malla protectora del túnel subfluvial. Foto: La Nación

La malla fue colocada luego de la crecida de 1982. “Hoy se aprecia un comportamiento adecuado de las cubiertas protectoras y no se identificaron anomalías en la distribución del flujo, prevaleciendo las condiciones de seguridad para la obra, dentro de un escenario hidrológico de aguas bajas ”, explicaron al diario La Nación.

Además, en un comunicado, el ente a cargo del servicio indicó:“Queremos transmitirle seguridad a los usuarios, ya que en el lugar donde hoy se hace visible la manta, hay entre 12 y 18 metros de tierra por encima del viaducto; y la misma se colocó para evitar inconvenientes durante las crecientes extraordinarias del río, con permanencia de 9 a 10 meses. Es en estos casos cuando el nivel de agua se vuelve a riesgoso ”.

Cortés explicó que “se monitorea el comportamiento de la defensa; lo hacemos cada 15 días con lanchas y equipos propios que chequean la manta ”. Y detalló que bajo el agua marrón existe “una vida propia del túnel con un movimiento que se da” y esa acción se vuelve riesgosa cuando el Paraná supera los 6 metros de altura, la contracara del problema actual.

En Corriente es la peor bajante en 120 años

El río Paraná muestra en Corrientes una bajante extrema que acerca el registro actual al peor promedio mensual en 120 años, según informó la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

La compañía hidroeléctrica indicó que en lo que va de junio, el caudal afluente promedio es de 6.200 metros cúbicos por segundo. “Para tomar una referencia, el caudal afluente promedio para el mismo mes de la serie 1901-2020 es 12.625 metros cúbicos por segundo”, comparó la empresa y subrayó: “queda claro entonces el carácter del déficit hídrico existente”.

Por su parte, el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA) publicó el informe donde indicó que todo indica que la bajante del río Paraná se ubicará en registros históricos de 1.944 y 1.969. Se calcula que para el 6 de julio el Paraná tenga una altura de 28 centímetros menos en la capital entrerriana y que pueda llegar a los 40 centímetros por debajo de su nivel habitual. Un pronóstico similar evaluó para Santa Fe capital.

Con información de El Litoral y La Nación