El miembro del Observatorio Petrolero del Sur, Martín Álvarez, dialogó con La Perra Vida por Radio Universidad y explicó que “desde que se viene explotando la zona con técnicas de fracking (fracturación hidráulica) se utilizan miles de químicos y más de 90 millones de litros de agua, los que se inyectan con muchísima presión. Eso modifica y altera alguna parte de la geología, en los sistemas de fallos que están alojados en una dorsal que atraviesa la mitad de la provincia de Neuquén y un 70% de la provincia de Río Negro. Esas fallas que estaban dormidas empezaron a tener actividad mayor”.

Cabe recordar que se registraron 32 sismos en las últimas 55 hs en la zona de Vaca Muerta y sólo 3 de ellos fueron registrados por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica. El último se registró el lunes a las 12.57 hs. en Sauzal Bonito y fue de 2,6 en la escala Ritcher.

Preocupación por reiterados sismos en la zona de Vaca Muerta
Preocupación por reiterados sismos en la zona de Vaca Muerta

En este sentido, el investigador mencionó como agravante la utilización de residuos y desechos químicos que en lugar de tratarlos lo inyectan nuevamente al subsuelo. “Son dos fuentes de modificaciones en los subsuelos y la geología producto del fracking. Esto comenzó a partir del 2014 luego del acuerdo Chevron/YPF con los más de 400 pozos en Loma Campana con las primeras inducciones sísmicas. En 2015 investigadores de San Juan colocaron 11 sismógrafos para analizar el fenómeno porque no era una zona sísmica y no hay registros previos a esa fecha tanto espacial como temporal”, desarrolló Álvarez.

Además, dijo que los movimientos sísmicos son superficiales y pueden detectarse como una explosión. "Los pozos están a 4.000 metros de profundidad y los brazos laterales son de 3.000 metros aproximadamente y donde se hacen los procesos de fracking. El promedio es de 30 procesos de fracturas, pero muchas empresas están haciendo el doble en esas ramas laterales. Es por eso que los sismos rondan los 3 y 10 kilómetros de profundidad”. Finalmente, el investigador agregó que en la zona de “Sauzal Bonito la están pasando muy mal, las casas se están rompiendo y el Estado tuvo que reconstruir viviendas. Hay desmoronamientos de acantilados y terminan con animales atrapados o muertos”. 

Foto: Los movimientos en el pueblo de Sauzal Bonito encendieron la alerta y llevaron a la instalación de equipos. (Foto: Florencia Salto)

Infografía: OPSUR