Se postergaron las audiencias en el juicio que se desarrolla en los Tribunales de Cruz del Eje, por el femicidio de Cecilia Basaldúa, la joven de 35 años violada y asesinada por asfixia en abril del 2020 en Capilla del Monte. 

En la jornada del jueves, declararon varios testigos y debido al aporte de la querella de nuevas pruebas, se aplazó todo hasta el 10 de junio a las 9 de la mañana. 

VER: Juicio por Cecilia Basaldúa: las audiencias se retomarán el 10 de junio

Una de las abogadas de la familia Basaldúa, Daniela Pavón, aportó la prueba, tras recibir un llamado por una denuncia que fuera realizada ante la Policía hace dos años, por una persona que asegura que lo denunciado nunca se investigó. Se trata puntualmente de denuncia sobre el hallazgo de un colchón con sangre que fue encontrado por el propietario de una casa cercana al basural de Capilla del Monte, donde apareció el cuerpo (el 20 de abril). El dueño es de apellido Rojas y no había ido a esa vivienda con motivo de la cuarentena. Se hizo presente el 15 de mayo de 2020 y había encontrado violentado el cerramiento y en el interior más elementos de una escena violenta. 

Este hecho no fue investigado por la fiscal Paula Kelm y, al ser mencionado en el juicio, la Cámara decidió ordenar los análisis de ADN de la sangre encontrada con los hermanos de Cecilia. Al ser estudios que demoran mucho tiempo, se mencionó esa fecha estimativa. 

En los próximos días, la fiscal deberá investigar esa denuncia y tendrá que determinar si tiene o no vinculación con el femicidio que se investiga. De encontrarse elementos que conecten a esa denuncia con el crimen que se intenta esclarecer, esto impactaría directamente en la investigación realizada para elevar la causa a juicio.

Por otra parte, la defensora de Lucas Bustos pidió el cese de la prisión preventiva para el imputado pero esta le fue negada. Vale recordar que Bustos es el único acusado de "abuso sexual con acceso carnal, homicidio doblemente calificado por violencia de género y criminis causa", los cuales prevén la pena de prisión perpetua.

La única prueba es una confesión en comisaria bajo presuntos apremios ilegales. Para la fiscal Bustos "doblegó a la víctima" para luego someterla sexualmente y asfixiarla, considerando que la asfixia ha sido la causa eficiente de la muerte.