En plena Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba una torre de forma muy particular nos sorprende. La podemos ver fácilmente desde la calle. Tiene más de 30 metros de altura y en su cúspide notamos una estructura llamativa, redonda. Solo la podríamos describir como una especie de pelota de futbol de grandes dimensiones. Tanto parece una enorme pelota, que incluso podemos identificar algunos de sus “cascos”, de formas y tamaños variados. Sucede que, en realidad, se trata de un radomo. Es decir un domo o cúpula que en su interior alberga un radar giratorio. En este caso, el radar meteorológico RMA-1, que desde hace 5 años vigila la atmósfera de la provincia buscando…tormentas.

Dentro de ese radomo esférico, una antena parabólica gira varias veces por minuto alrededor de un eje vertical. Puede apuntar más abajo, en forma paralela al suelo, o un poco más arriba, pero siempre gira alrededor de la dirección vertical.

Los radares meteorológicos son instrumentos activos: emiten pulsos de ondas, en rigor microondas, y captan los rebotes que les llegan desde diferentes objetos. Los radares de navegación aérea que se encuentran en los aeropuertos, por ejemplo, captan los rebotes en las superficies metálicas de los aviones y helicópteros. Los radares meteorológicos, en cambio, están diseñados para captar los rebotes en las gotas de agua y en los trozos de granizo. Por eso pueden detectar las enormes nubes de tormenta, o las zonas en las cuales la lluvia, el granizo o la nieve ya se están precipitando a tierra.

El RMA-1 fue el primero de un sistema nacional de 12 radares meteorológicos: el SINARAME. Fueron diseñados y construidos en Argentina. En la práctica, la información provista por los radares se complementa con la que brindan las estaciones meteorológicas en tierra, los globos-sonda, y las imágenes de los satélites meteorológicos. Toda esa información es procesada por diversos entes relacionados al estudio de las condiciones atmosféricas, y muy particularmente por el Observatorio Hidro-Meteorológico de Córdoba. Toda esa información se puede consultar en este sitio web: https://ohmc.com.ar .

Para quienes quieran verlo con sus propios ojos, el radar meteorológico está ubicado detrás de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, en calle Juan Filloy, justo al lado del Laboratorio de Hidráulica de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. La próxima vez que, pasando por el lugar, vean esa llamativa torre con una especie de futbol en la punta, recuerden que es un vigía, que nos informa de las tormentas, sobre todo las severas, en toda la provincia de Córdoba. En la propia ciudad de Córdoba, como ven, también hay muchos atractivos para recorrer con ánimo de Turismo Científico.

“Si querés conocer más sobre el radar meteorológico RMA-1, visitá el sitio de Turismo Científico de la UNC: https://turismociencia.unc.edu.ar