Cada 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate, fecha elegida en honor al nacimiento del escritor Roald Dahl, conocido por ser el autor de "Charlie y la Fábrica de Chocolate", con el objetivo de celebrar este dulce hecho a partir del grano de cacao.

El chocolate es uno de los dulces más consumidos y Argentina es el país que más lo consume en Latinoamérica, con casi tres kilos al año promedio.

Su ingesta se realiza meramente por placer y no por hambre real. En algunos casos, porque nos da felicidad, en otros para evadir problemas, emociones o pensamientos: lo que conocemos como "hambre emocional". Las emociones se vuelven protagonistas en estos días. Tenemos que aceptar aquello que nos pasa y tratar de no volcarlo y traducirlo en comida. Calmarnos con cosas que nos hagan bien, porque de lo contrario le estaremos enseñando al cerebro a comer cada vez qué hay una emoción que nos perturba, poniendo comida en la boca cuando el cuerpo no la necesita. Esto, sin duda, podría llevarnos a un atracón. Es por eso que su consumo debe ser moderado eligiendo un chocolate con mayor porcentaje de cacao.

El uso del chocolate es común en la pastelería, en la elaboración de bombones y otras golosinas.
El uso del chocolate es común en la pastelería, en la elaboración de bombones y otras golosinas.

Su ingesta tiene ciertos beneficios para la salud:

- Es beneficioso para el corazón: disminuye el riesgo de sufrir fibrilación auricular y arritmia, según un estudio realizado por la Universidad de Harvard.

- Alivia el estrés y mejora el humor: genera un aumento de la dopamina, conocida como la 'hormona de la felicidad', ayudando a brindar un bienestar emocional.

- Contiene antioxidantes y ácidos grasos mono instaurados que protegen a nuestras células del daño causado por los radicales libres, moléculas inestables de oxígeno que son consideradas como responsables del envejecimiento y de muchas enfermedades. Además, los flavonoides ayudan a prevenir las enfermedades del corazón evitando el congestionamiento de las arterias y nos previene de sufrir derrames.

- Disminuye el riesgo de accidente cerebrovascular.

- Comer una porción moderada de chocolate al día mejorará el flujo de sangre que llega a nuestro cerebro, por lo tanto mejorará el flujo sanguíneo de nuestras retinas, y como consecuencia mejorará nuestra visión.

El chocolate contiene multitud de nutrientes como el manganeso, cobre, hierro, fibra. Además, grasas monoinsaturadas y saturadas y propiedades estimulantes gracias a su aporte de cafeína y teobromina.

Conozcamos los distintos tipos:

* Chocolate negro: lo ideal, es que tenga un 60 por ciento mínimo de cacao, aunque el ideal es el chocolate al 70 por ciento, si bien no a todos les gusta por la falta de azúcar que contiene. A medida que este porcentaje aumente, mejor será la calidad del chocolate.

* Chocolate con leche: la adición de leche al chocolate disminuye la concentración de sus principios y lo vuelve menos antioxidante. Para elegir un buen chocolate debemos buscar entre sus ingredientes los que aporten más cacao que azúcar o leche.

* Chocolate con frutos secos y cereales: contiene almendras, nueces, avellanas u otros frutos secos. Suele ser más energético y aporta más magnesio y fibra que el chocolate solo.

* Chocolate blanco: este es el menos saludable y natural al ser una mezcla grasa elaborada con azúcar, leche y manteca de cacao. Suele decirse que este tipo de chocolate no existe, que es 100 por ciento inventado.

Estando en casa y en un contexto estresante, el hambre emocional suele ser más recurrente. En estos casos y ante la necesidad de ingerir un chocolate o un alimento similar:

- No te prives de aquello que te genera placer. Esto, muchas veces, nos causa angustia. Ocurre muchas veces cuando la persona quiere comer sano y se angustia cuando ingiere otro tipo de alimento.

- Tratar de calmar la emoción haciendo algo que nos despeje, que no sea comiendo.

Lo recomendable es lograr un hábito de comida sana y evitar realizar dietas que pueden devenir en trastornos alimenticios, sin la necesidad de eliminar ningún alimento de nuestra vida.

* Por Agustina Murcho, licenciada en Nutrición (MN 7888/ MP 3196) especialista en trastornos alimenticios y creadora de @nutricion.ag. Fuente: Agencia Télam