A la detección de cinco casos positivos, que derivaron en el aislamiento total de Villa Parque Santa Ana desde el fin de semana, se le sumó la trágica muerte de uno de los infectados. Así, a la distancia social recomendada, se le sumó el hecho de no poder despedirlo por su familia, también contagiada.

Como en todo el mundo, la pandemia atacó de lleno el corazón de la localidad, donde por dos semanas se impide el ingreso y egreso de personas. La instalación de un cajero automático móvil, que por varias horas no funcionó, y una ambulancia totalmente equipada, marcan el panorama local.

Por el momento, la búsqueda del inicio de las infecciones no se detectó. Es que los más de 900 hisopados realizados masivamente a habitantes, dieron negativo. Desde la Provincia certifican que todas las provisiones estarán a la orden del día.

Mientras tanto, las redes sociales reflejan las nuevas normativas: las advertencias por subas de precios, dónde comprar la garrafa de gas, la autorización a un distribuidor de agua en bidones, cuándo buscar mercadería en el enlace de la ruta 5 con la C45 o cómo deben llegar medicamentos adquiridos en localidades cercanas.

La paciencia necesaria a desarrollar, mientras se paga $ 25 un sobre de juego instantáneo o casi 100 pesos la docena huevos. Saber dónde encontrar carne pasó a ser otra gran cuestión.

A no olvidarse de llevar guantes al cajero, en medio de muchas actividades no bancarizadas.

En la tarde-noche del martes, había 200 metros de fila para sacar dinero y algunas cacerolas sonando.