Este fin de semana volvió a funcionar el hipódromo de Río Cuarto y es el primero en el país en retornar a la actividad. El protocolo, que fue presentado y aprobado, prevé que haya poca gente en el lugar.

Como principal medida, las carreras serán sin público. Y para el funcionamiento solo podrán estar el jockey, un peón, el cuidador y quedaba pendiente si podría estar, al menos, uno de los dueños del animal.

En este último caso, la persona podría estar presente solo durante la carrera del caballo y luego retirarse. En el momento de estar presente, deberá cumplir con el distanciamiento social y el uso de barbijo.

Esta experiencia servirá como ejemplo a otros hipódromos del país para saber si se trata de una actividad que puede retornar sin riesgos sanitarios.