El último domingo de marzo, en la zona de Villa Esquiú, Gustavo Visentín vivió un momento hostil e innecesario cuando fue a pedir a un vecino que baje la música.

Ese día, Visentín precisaba trabajar y la música fuerte -con graves invasivos- se los impedía. Luego de unas horas, decidió acercarse al barrio cerrado de dónde provenía el sonido y le pidió a los guardias que hablen con el dueño de la casa.

Según contó a Radio Universidad el propio Visentín, la música sonaba tan fuerte que hacía vibrar puertas, ventanas y demás elementos de la casa. Parecía un motivo coherente para pedir una disminución del volumen.

Sin embargo, cuando apareció el dueño, la historia tuvo un giro inesperado: el hombre, de manera violenta, increpó a Visentín y, sin dar lugar a conversación, le aplicó una cachetada. Ante esto, la víctima reaccionó con un empujón.

En ese momento aparecieron dos jóvenes que atacaron a Visentín por la espalda. Incluso uno le aplicó un puñetazo en la nuca y lo tiró al piso. Cuando se disponían a patearlo, los guardias intervinieron.

Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad y Visentín realizó la denuncia correspondiente. Los agresores fueron denunciados y afrontan una imputación por lesiones leves.

"Lo que escapa al entendimiento de mi persona es cómo es posible que alguien pueda reaccionar de esa manera", expresó Visentín. Este hecho recuerda a lo que sucedió este domingo en barrio Los Boulevares de Horizonte.