Tres empleados de la clínica Aconcagua fueron imputados este martes en la investigación por el asesinato del joven Blas Correas tras los disparos de la policía.

La actuación de los trabajadores del hospital privado forma parte de la causa debido a que los amigos de la víctima llegaron hasta el edificio de calle Rondeau en busca de auxilio. Sin embargo no se les permitió el ingreso y se les recomendó ir al Hospital de Urgencias.

Un video casero que fue publicado por Canal Doce mostró que uno de los empleados del Aconcagua cargó el cuerpo del joven de 17 años para depositarlo de nuevo en el Fiat Argo que había sido baleado. Los tres imputados estan acusados de "abandono sospechoso leve de persona".

Este martes se conoció que la bala que le causó la muerte a Blas Correas pertenece al arma que empuñaba el cabo primero Lucas Gómez quien, junto con su compañero Javier Alarcón, están acusados de “homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego” y por “homicidio calificado en grado de tentativa”.

El resto de los policías imputados son Wanda Esquivel y Yamila Florencia Martínez, quienes formaban parte del control policial, y el subcomisario Sergio Alejandro González cuyo rol fue el de comandar el operativo.