Este martes, la franquicia inmobiliaria RE/MAX sufrió un duro revés y la Inspección General de Justicia (IGJ) ordenó su liquidación y posterior disolución, tras una denuncia presentada por el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cuciba). La IGJ, que se encarga de registrar y fiscalizar sociedades comerciales, adelantó parte de su fallo que se conocerá oficialmente el miércoles.

El principal argumento para tomar la decisión fue que la actividad no puede ser franquiciable, modalidad bajo la que se desenvuelve la firma de origen estadounidense y que llegó al país hace 15 años.

"Ejerce indirectamente el corretaje inmobiliario eludiendo la legislación local, que establece imperativamente requisitos para esa actividad y se beneficia a través de Remax Argentina S.R.L., participando de las comisiones de las operaciones inmobiliarias intermediadas por los numeros subfranquiciados, más allá de que esas participaciones pudieran aparecer ficticiamente calificadas como regalías o concepto similar, contributivo del uso de la marca 'Remax'", se puede leer en el fallo que publicó el diario porteño El Cronista.

Y agrega: "La exteriorización de la marca 'Remax' por parte de esas subfranquiciadas genera en favor de éstas la falsa apariencia de pertenecer a un grupo económico, lo que las beneficia en base a una publicidad engañosa, que, a su vez, beneficia a la franquiciante, permitiéndole participar indirectamente de una operatoria que no podría realizar por sí misma, en forma directa".

Ahora se espera conocer de qué manera afrontará RE/MAX el fallo de la IGJ. Se calcula que en el país la firma cuenta con 150 oficinas en 42 ciudades. Además, unas 4.000 personas trabajan directamente en la empresa.