Hubo insultos y descalificaciones varias. La despedida del vehículo obtuvo numerosos aplausos.

A los vecinos de Claromecó los movilizó poco violar el aislamiento obligatorio para salir, en principio, en defensa de un funcionario que poco antes había renunciado.

La historia comienza con la renuncia del delegado del Ente Descentralizado de Servicios Turísticos, Carlos Avila, que sembró dudas en la población de la localidad costera.

Avila tranquiliza a los vecinos

Al enterarse el motivo, una convocatoria no tardó en juntar centenares de personas frente a la vivienda del fiscal Carlos Lembe. ¿El motivo? La llegada allí de su hijo, proveniente de Brasil.

El reclamo es que el mismo no reside en la ciudad, y aunque se intentó aclarar que era su domicilio declarado, los vecinos cumplieron el objetivo de hacerlo retirar.

El propio exfuncionario había intentado calmar los ánimos.

“No vuelvas más”, se escuchó.

La cuarentena, se sabe, tiene disparadores disímiles en la sociedad.

¿Por qué es tendencia? on Twitter