Los tres integrantes de la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba debieron recurrir a "las 100 reglas de Brasilia" para impedir que una mujer de 70 años fuera desalojada.

Apuntando al "acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad", se dejó sin efecto un pedido realizado por la empresa Industrial Los Pinos, con domicilio en la ciudad de Córdoba, que solicitó hacer uso de un departamento, que había presentado una nota escrita a máquina como prueba del "préstamo precario" realizado.

La Justicia determinó que Victoria Inés Dorado, la demandada, es "una mujer de avanzada edad que había llegado a la casa con 10 años aproximadamente en 1960", cuya "condición de vulnerabilidad se profundizó como consecuencia de la falta de vínculo con su familia de origen, ya que fue traída como criada de un pequeño pueblo de la provincia de Catamarca”.

Se determinó en estas condiciones que es poseedora del inmueble, e invalidó la nota presentada, considerando que "una persona que prácticamente no sabe leer ni escribir no posee las herramientas necesarias como para redactar en máquina de escribir la nota", en la cual "se usó un lenguaje que calificable de técnico”.

En el texto se destacaron citas del estilo "ruégoles me transfieran el servicio telefónico n° (…) que desde hace muchos años funciona en el inmueble que oportunamente me fuera facilitado en préstamo gratuito y precario (…) comprometiéndome a restituírselos".

Hoy, la mujer vive en el lugar junto a su hija y la familia, y lo seguirá haciendo.