Un hombre intentó asesinar a su expareja rociándola con alcohol y prendiéndola fuego el miércoles pasado en el barrio Villa Boedo, al este de la ciudad de Córdoba.

La joven, de 20 años y con dos hijos de 1 y 4 años, ya había denunciado dos veces a su expareja. Estaba desayunando con su cuñada cuando el agresor fue a buscar a los niños. Luego volvió solo, dijo que quería abrazarla, sacó una botella con alcohol, la roció y le acercó un encendedor, según el relato de la víctima a Telefe Córdoba.

Con su ropa y su cuerpo en llamas, Naomí corrió hasta una canilla y se tiró debajo para apagar el fuego. Un vecino vio la situación y la ayudó. "Pensé que me moría, corrí y me tiré abajo del pico y un vecino del frente me ayudó a apagarme", relató.

La joven fue trasladada al Hospital Ferreyra y posteriormente derivada al Instituto del Quemado. Por el ataque, sufrió quemaduras de segundo grado en la mitad de su cuerpo, del lado izquierdo.

Ante las cámaras, la madre de la víctima reclamó por justicia. “No puede esperar la Justicia que a nuestras hijas les pasen estas cosas. ¿Qué tenemos que hacer con tipos así? Con la primera denuncia tendría que haber estado preso”, dijo. 

“La primera denuncia fue cuando Naomí estaba embarazada, le pegó una patada. Hace cuatro meses lo volvió a denunciar porque le había pegado. La ha agarrado del cuello, golpeado en la cabeza. Es un enfermo”, expresó la mujer, en referencia a las denuncias por violencia anteriores. 

Y concluyó diciendo: "Yo no voy a permitir que mi hija vaya a engrosar una lista de Ni Una Menos, no se lo voy a permitir. Para eso hay una Justicia, nosotros confiamos en la Justicia", adujo. 

El agresor finalmente fue detenido y acusado de tentativa de femicidio. La mujer, en tanto, se recupera de las quemaduras y manifestó que le da tranquilidad que su agresor esté en la cárcel. "Que él esté preso me da tranquilidad. No podía dormir, no podía salir, vivía adentro y con miedo", afirmó.