El fuego en la barra brava de Belgrano sigue siempre encendido. Desde que Roberto Ponce, el Loco Tito, anunció que dejaba la conducción de Los Piratas, la llama en la interna por la herencia se enciende cada tanto. Esta vez, la chispa saltó el 19 de junio, cuando Belgrano recibió a Estudiantes de Río Cuarto en el Gigante de Alberdi. 

Fue en una de las entradas del estadio, cuando se cruzaron dos de los sectores en disputa. La facción que conduce  Pedro Germán Minuet, alias el Gitano y Lucas Pavón coincidió con la entrada del grupo del Loco Tito. Hubo insultos, cargadas, hasta voló un escupitajo. 

El gargajo salió del sector del Gitano y fue a dar justo en la cara de Lorena, la hija del Loco Tito. Entonces, estalló la furia y se juraron (otra vez) venganza. “Hubo un error de la dirigencia al dejar que coincidan en ese lugar”, dijo una fuente judicial. 

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La venganza se concretó ese mismo día, después de que Belgrano empató en cero con Estudiantes. Los del Loco Tito fueron a buscar a sus rivales al bar donde siempre se juntan, El Bunker, ubicado en calle Santa Rosa, a pocas cuadras de la cancha. 

Pistola en mano, César Fabián Moyano Paez, alias “Toro” y  Edgardo Javier Guzmán, alias “Barny”, llegaron al bar y dispararon doce tiros. Una bala fue a dar en el pie de uno de los contertulios que estaba en el bar. 

El Toro y Barny fueron detenidos diez días después por orden del fiscal Guillermo Gonzalez, que lleva adelante una causa que ya acumula varios episodios de violencia en la barra de Belgrano.