Finalmente, el procurador interino de la Nación, Eduardo Casal, notificó que desistió de su convocatoria para que tres fiscales federales, ya jubilados, continúen en sus cargos en la Justicia de Córdoba.

Suspendió sus propias resoluciones, y en medio de una disputa con Juzgados Federales en la provincia, resolvió que tanto Gustavo Vidal Lascano como Graciela López de Filoñuk y Alberto Lozada, pasan a ser personal jubilado.

Los tres habían iniciado los trámites previsionales con la mirada puesta en la ley que se debatía en el Congreso, que redundaría en una merma en sus haberes.

Con posterioridad, el presidente Alberto Fernández les había aceptado las renuncias, con sendas publicaciones en el Boletín Oficial de la Nación.

Ahora, Casal ya resolvió sus reemplazos, y designó interinamente a cargo de la Fiscalía General ante la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, como así también en la Fiscalía Federal Nº 2, a Carlos Casas Nóblega.

En la Fiscalía Federal Nº 3 de Córdoba, y también de modo interino, ubicó a Maximiliano Hairabedián.

A su vez, entre Enrique Senestrari y Carlos Gonella intervendrán "en forma conjunta o alternada con los fiscales de turno", en los procesos en que sean requeridos.

Facundo Trotta pasa a ser auxiliar fiscal de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, "a efectos de intervenir en la tramitación de las actuaciones de la temática en la jurisdicción Córdoba".

También habilita "un auxiliar fiscal para la Fiscalía General ante la Cámara Federal de Córdoba y otro para la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad" mientras se resuelven las designaciones definitivas, "a efectos de intervenir en la tramitación de las actuaciones de la temática en la jurisdicción Córdoba".