Los chicos llegan a la puerta del colegio, tiran su barbijo descartable, son rociados en alcohol en forma de spray y enseguida ponen su rostro frente a Walklake, una máquina que detectará cómo se encuentra el menor

El reconocimiento facial es sencillo y no tiene riesgo de contagio. La máquina escanea el rostro del menor, los ojos y la respiración para tener un resultado en apenas tres segundos

De manera inmediata, el informe llega al sistema que el director de la escuela tiene instalado en su PC o celular-.