A principios de 2020 desde este mismo espacio nos preguntábamos si el teletrabajo, sobre cuyos pros y contras aún se discutían, se impondría compulsivamente producto de la pandemia. Algo que claramente sucedió. Distintos estudios realizados por empresas especializadas indican que esta modalidad laboral continuará presente y será un legado de esta terrible experiencia de la humanidad.

Desde BTR Consulting, especializada en seguridad informática, sostienen que para el 2021 la situación no parece cambiar y el teletrabajo llegó para quedarse e incluso lo cuantifican: En Estados Unidos se estima un ahorro aproximado de 10.000 dólares por empleado por año en inmuebles e instalaciones y un ahorro de 78.000 millones de dólares por año por la disminución de embotellamientos de tránsito.

La misma compañía aporta más datos al respecto:

- En el mundo 3.300 millones de empleados fueron afectados por la pandemia

- Entre el 25 y el 30% trabajará varios días por semana desde su casa, para fines de 2021

- El 50% de la fuerza laboral hace trabajo a distancia

- El 15% ya había tenido la experiencia

- El 35% son nuevos “teletrabajadores”

En tal sentido resaltan que la gran mayoría de los trabajadores remotos sostiene que en esta “nueva normalidad”, el teletrabajo no afecta su productividad y comunicación, pero que la fatiga mental es evidente, por tanto la comodidad y confort, la prevención y el cuidado de la salud física también toman relevancia.

Gabriel Zurdo, director ejecutivo de la empresa sostiene que “con miles de millones de usuarios y el uso diario, continuo y permanente, se disparó el riesgo y la exposición. Las plataformas de redes sociales, el teletrabajo, home office, las decenas de apps que descargamos en nuestros smartphones, que se volvieron aparentemente necesarias para sobrevivir en cuarentena, se convirtieron en una mina de oro para los cibercriminales y estafadores”.

Por su parte Javier Queimaliños, director de conocimiento añade que “es necesario trabajar sobre todo en la educación y concientización en todos los niveles de las organizaciones y sociedades. El factor humano comienza a ser determinante por encima del tecnológico para protegerlas. La capacidad de adaptarse a un futuro aún más digital depende del desarrollo de habilidades, acortar brechas, empoderar a los líderes y formar a sus equipos”.

Desde la empresa alemana SAP por su parte publicaron un informe según el cual ante la persistencia del teletrabajo, la fuerza laboral se ubicará en dos niveles y que el trabajo a distancia será un imán de talentos en los próximos años, significando una inversión a largo plazo. A modo de ejemplo detallan que el 64% de los encuestados en Estados Unidos y el 57% de los encuestados del Reino Unido dicen que esperan tener una mayor flexibilidad con respecto al trabajo a distancia como resultado del Covid-19.

En nuestro país la plataforma especializada en movilidad Ualabee realizó un relevamiento respecto a la predisposición de los habituales usuarios a volver a utilizar el transporte público para llegar a sus lugares de trabajo. La investigación afirma que más de la mitad de las personas que trabajan o estudian (52%) están dispuestas a cambiar sus hábitos de traslado. El 26% evitaría el uso de transporte público, el 22% intentaría hacer las actividades desde su casa (teletrabajo o estudio a distancia), el 14% cambiaría los horarios en los que se traslada para evitar las horas pico y el 3% utilizaría métodos como el carpooling.