Todo comenzó un 6 de enero de 1969, cuando Santiago Bouchon, uno de los tantos inmigrantes que venían escapando de la Segunda Guerra Mundial, encontró la paz en el Valle de Traslasierra.

Allí concretó el sueño de materializar el museo, un espacio donde pudiese mostrar las primeras colecciones que traía desde 1951.

El origen de la palabra ROCSEN proviene de la descendencia de Mongolia (zona que se ubica arriba de Rusia), la franja geográfica que ocuparon Los Celtas, una mezcla Bretaña-francesa y que finalmente, es la fusión de 2 palabras. Roc-Sen, que significa roca santa.

El museo ofrece un increíble y fascinante paseo, lleno de magia a través de la historia global y de Argentina materializada en objetos de colección.

Actualmente cuenta con 13 salas principales con 99 temas, bien identificadas entre sí.

Un plano individual de mano, le brinda al turista un óptimo recorrido de acuerdo a sus propios intereses. En el ingreso (fachada) hay un mensaje nato de paz, a través de las 49 estatuas que destacan a grandes personalidades y mentores que han forjado acciones positivas por la humanidad (Platón, Sócrates, Gandhi, Jesús Cristo, Diógenes, Aristóteles, entre otros), una representación de la evolución del pensamiento. A su vez, es loable destacar las 59.000 mil piezas en exposición.

El Polifacético Museo Rocsen invita a disfrutar de un momento único, abierto los 365 días del año en horario corrido.

Los alumnos y docentes de las entidades escolares ingresan gratis, además, el turista que pagó la entrada y tiene planes de quedarse varios días en el Valle de Traslasierra, puede volver por segunda vez de manera gratuita. Realizando un endoso en la entrada que abonó, lo habilita para ingresar sin cargo en la segunda visita.

Museo Rocsen