Este lunes se confirmó que falleció Pablo Novak, conocido como el último habitante de Epecuén. Tenía 93 años.

Novak vivió la inundación de 1985 que dejó al pueblo en ruinas y de la cual se realizaron numerosos documentales, videos y visitas turísticas.

Fiel a sus orígenes, el hombre había decidido habitar la zona pese a que ya nadie quedaba ahí. En enero de 2020, lo habían distinguido como Embajador Cultural y Turístico del distrito por ser testimonio vivo de una historia muy especial.

El agua comenzó a bajar con el paso de los años y Pablo siempre contaba que recorría las ruinas en bicicleta, junto a su perro. Durante la pandemia, su familia lo había trasladado a Carhué, pero apenas pudo retornó a su chacra en Epecuén.