El vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Carlos Ronsenkrantz, dijo que "no puede haber un derecho detrás de cada necesidad, porque no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades", en una declaración que hace referencia a la frase de Eva Perón que decía que "detrás de cada necesidad, hay un derecho".

El magistrado del más alto tribunal del país, dijo la frase en el marco de la conferencia ‘Justicia, Derecho y Populismo en Latinoamérica’, organizada por la Universidad de Chile y sembró la polémica, no sólo por el tenor político de la declaración sino por tratarse de la opinión de una autoridad que, eventualmente, deberá fallar sobre cuestiones vinculadas en general a esos principios.

Rosenkrantz expresó que "en las proclamas populistas, hay siempre un olvido sistemático de que detrás de cada derecho hay un costo, se olvida que si hay un derecho, otros, individual o colectivamente, tienen obligaciones y honrar obligaciones es siempre costoso en recursos y no tenemos suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades".

Desarrollando una postura que muestra un posicionamiento político opositor a la línea implementada por el Gobierno Nacional, el vice presidente de la Corte aseveró que "el populismo es relativamente insensible a la cuestión del costo que involucra las reformas que proponen".

En esa dirección aseguró que "esto es así porque la urgencia del cambio es solo posible cuando los costos del cambio  no se hacen explícitos o no se identifica con precisión quienes son los que pagarán dichos costos". 

Luego agregó que "la insensibilidad al costo se sintetiza de modo patente en una afirmación muy insistente en mi país, que y veo como un síntoma innegable de fe populista, según la cual detrás de cada necesidad siempre debe haber un derecho". Y concluyó aseverando que "un mundo en que las necesidades son todas satisfechas, es deseado por todos, pero ese mundo no existe".

Cabe recordar que Rosenkrantz llegó al máximo tribunal propuesto por el gobierno de Mauricio Macri, quien apenas asumido lo designó en "comisión" por decreto,  junto al actual titular del cuerpo, Horacio Rosatti, pasando por encima del Congreso, situación que generó el rechazo y las críticas en su momento, aunque seis meses después sus pliegos fueron aprobados por el Senado.