Luego de la primera reunión entre el presidente Javier Milei y los gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no quedó claro aún cuál es el real respaldo de las provincias hacia la administración nacional. Al menos, ese apoyo, no es unánime. Mucho menos automático.

En la reunión llevada a cabo en Casa Rosada, los temas de coyuntura fueron la reversión -o no- de la modificación de Ganancias (cuarta categoría), la merma de la recaudación por el impacto de la devaluación y la consiguiente caída de la actividad, y las alternativas que podrían implementarse para que la repercusión en las cajas provinciales se torne algo más suave. En ese sentido, los gobernadores del PJ solicitaron al Gobierno nacional la coparticipación del Impuesto al cheque. 

Al término de la reunión, que duró más de dos horas y media, los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Sáenz (Salta) y Raúl Jalil (Catamarca) acompañaron, en lo que fue leído como un gesto de apoyo, a Guillermo Francos en una conferencia de prensa.

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Aunque no aseguraron los votos para el paquete de reformas que el Ejecutivo enviará en las próximas horas para que sea tratado por el Congreso, los tres mandatarios que acompañaron a Francos dejaron palabras y gestos de “institucionalidad”.  La disposición para “trabajar de manera conjunta” fue el mensaje.

“Se les pidió el apoyo a los gobernadores para el tratamiento de esta norma para las transformaciones en la economía que pretende llevar adelante el presidente”, expresó Francos en la conferencia. 

Antes de cederle la palabra a los mandatarios de Córdoba, Salta y Catamarca, el ministro del Interior destacó que el cónclave de este martes tuvo un “espíritu colaborativo y de comprensión mutua”.

X de Axel Kicillof

Lo que resultaba obvio desde antes de la reunión entre el presidente y los gobernadores es que el apoyo a Nación en esta primera etapa no es unánime. La denominada Liga de Gobernadores, encabezada por el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof (¿líder en ciernes de la oposición?) emitió un comunicado al finalizar la reunión y dejó en la superficie las diferencias y la propuesta propia para que las provincias mejoren la recaudación y, por ende, sus respectivas situaciones financieras. 

“Esta mañana fuimos invitados junto a los restantes gobernadores y al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a una reunión con el presidente Javier Milei, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y otras autoridades nacionales, con el objetivo de discutir los mecanismos que permitan compensar la pérdida de recursos de las provincias”, comienza el comunicado de la Liga de Gobernadores, firmado por el ya mencionado Kicillof, Sergio Ziliotto (La Pampa), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). 

“El Gobierno nacional comenzó a aplicar un plan económico que incluyó una devaluación del 118% (la más grande de la historia) sin medidas compensatorias para los trabajadores y los sectores medios. A partir de ello, se desencadenó de inmediato una aceleración del proceso inflacionario que afectó el poder de compra de la población”, se lee en otro tramo.

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“Una devaluación no es solamente un ajuste, sino que implica una descomunal transferencia de ingresos desde los sectores trabajadores que tienen sus salarios en pesos hacia los sectores empresariales concentrados y dolarizados. Esto, junto con la pérdida de recursos coparticipables, el freno de la obra pública, la anunciada reducción de subsidios y demás medidas, afecta directamente a los recursos provinciales: no desfinancia a los gobiernos, sino a los pueblos que habitan las provincias argentinas”, expresa la Liga de Gobernadores. Todo hace prever que la negociación en el Congreso para la aprobación del paquete de reformas no será algo sencillo.

Como cierre, en una firme interpretación política y de gestión, los gobernadores del PJ -con exclusión obvia del “cordobesista” Llaryora- consideraron que “la reversión del impuesto a las ganancias no sería el camino adecuado ya que afecta derechos de los trabajadores. Es por eso que seguiremos insistiendo en la búsqueda de otras herramientas de compensación, como lo es la coparticipación del impuesto al cheque. Una vez más reafirmamos nuestro compromiso con el federalismo”.