Luego de despotricar contra los controles de precios por parte del Estado, ahora el Gobierno Nacional convocó a los supermercadistas, luego de pedir a las principales empresas que rebajen los precios de los productos de la canasta en vez de hacer promociones, con el horizonte de controlar el proceso inflacionario del mes de marzo y a la espera del índice de febrero que rondaría el 15 por ciento y se conocerá el martes.

Pero la cuestión no termina allí, ya que se espera que en marzo continúe la escalada de precios de la economía y su impacto en el índice de precios al consumidor, signados por las subas en transporte y tarifas de la energía, entre otros.

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La reunión con las grandes cadenas de supermercados está prevista para las próximas horas y será encabezada por el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, aunque no se descarta que el ministro de Economía, Luis Caputo, participe de la misma.

La semana pasada fue el propio Caputo quien le pidió a las propias empresas que rebajen los precios de sus productos de la canasta básica y que se terminen las promociones. 

Una de las razones del intento de regulación en materia de precios tras liberarlos de todo tipo de controles, radica en que la conducta de los “formadores de precios” impide que el Indec capte los “verdaderos precios” de los productos en las góndolas.

El propio Caputo y hasta el presidente Milei señalaron que las promociones del tipo “60 por ciento de descuento en la segunda unidad” marcan que en realidad los precios de los productos de la canasta comenzaron a retorceder, pero los inspectores de precios del Indec no pueden medirlos correctamente ya que se basan en las listas por unidad que pasan las empresas.

Desde el sector de los supermercados señalan que las promociones de ese tipo no son nuevas y son utilizadas para revertir la caída de las ventas, un fenómeno generalizado tras el impacto de la devaluación, los altos índices de inflación y el impacto en los salarios que no aumentaron en la misma proporción y perdieron otra vez poder adquisitivo.

Los especialistas señalan no obstante que lograr que las empresas proveedoras y las grandes cadenas de supermercados rebajen los precios, no tendría gran impacto en la caída del índice de inflación, ya que explican el 30 por ciento del consumo minorista en el país.

Los comercios de cercanía, como almacenes y super chinos concentran el 70 por ciento del consumo de los productos de la canasta alimentaria y en esos sectores las listas de precios de proveedores y del sector mayorista, vienen con aumentos de manera permanente.

Cabe recordar que otro de los defensores de la liberalización de precios y la caída de los controles por parte del Estado en la materia, como el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, ya había criticado la semana pasada las subas exageradas de los precios de productos de la canasta básica.

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"Se han liberado todos los precios, algo que siempre quiso el sector privado y que es necesario para que una economía funcione normalmente", había reclamado. En declaraciones televisivas, subrayó que "no puede ser que las empresas aprovechen eso para pegar un saque a los precios exagerado".

Finalmente, Cavallo reclamó al sector privado mayor colaboración. En esa dirección, señaló que “tiene que colaborar más” si busca que la economía “funcione bien, abierta, con libertad en todos los mercados, sin que el Estado intervenga”.