Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), concluyó que en promedio, los ingresos de jubilados terminarán el primer trimestre del año con una pérdida del poder adquisitivo del 42 por ciento en comparación con el mismo período de 2023.

Por otra parte, las conclusiones del informe resaltan que para el caso de los jubilados de la mínima, que además perciben un bono extra, esa caída del poder adquisitivo de sus haberes será un tanto menor, aunque también muy significativa: llegará al 28 por ciento en la comparación con el primer trimestre del año anterior, es decir un tercio.

VER: “Los jubilados están pagando el ajuste con hambre”

Luego de que el Gobierno Nacional anunciara la publicación de un decreto para cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria, después de que en los últimos tres meses los haberes de los jubilados no tuvieran aumentos y mientras la inflación acumulada entre diciembre y febrero fue del 72,2 por ciento, se conocieron los detalles del nivel de pérdida de la capacidad de compra de los haberes de jubilados y pensionados.

VER: Milei cambia la fórmula jubilatoria por decreto para que rija en abril

Nadín Argañaráz, director del Iaraf, publicó a través de la red social X otras conclusiones de ese estudio. Allí hizo referencia al escenario que se plantea a partir de abril, una vez que el Gobierno publique el decreto de cómo será la nueva fórmula de movilidad para fijar los aumentos de los haberes.

De acuerdo a lo que trascendió, la medida que se debe publicar en el Boletín Oficial, consiste en otorgar en abril el porcentaje mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) más un porcentaje extra que rondaría el 12% para después pasar a actualizar las jubilaciones mediante el índice inflacionario mensual.

En ese escenario, Argañaráz remarca que “de concretarse la suba de haberes de abril (13,2% más 12,5%), el ingreso real de los que cobran bonos sería en mayo un 25% inferior a 2017”

La situación sería más gravosa para los que no cobran bonos. “Para los que no cobran bonos, el haber de mayo sería un 51% menor a 2017. Así iniciaría un cuasi-congelamiento”, destaca el economista.

X de Nadin Argañaraz

Además, sostiene que en el caso de que la inflación sea controlada y baje paulatinamente, podría llegar una mejora recién en 2025, aunque seguirían por debajo de lo que podían comprar con una jubilación en 2017. 

“Si la inflación sigue bajando, los haberes pueden subir en 2025. De esta forma, en diciembre de 2025 los que cobran bonos podrían tener un ingreso un 12% menor al de 2017. Los que no cobran bonos un ingreso real un 42% menor al de 2017. Estos últimos los más perjudicados”, afirma Argañaráz en otro posteo en X.