La familia de Rodrigó López superó la traba burocrática del Banco Central y podrá repatriar los restos del joven que falleció el 23 de junio después de caerse de un acantilado en la Costa de Abrigos en Tenerife.

"Puedo sentirme tranquilo, gracias a Dios se pudo resolver y se está por terminar un trámite burocrático innecesario", dijo Néstor López, el papá de la víctima.

El tres de junio pasado Rodrigo fue internado en terapia intensiva donde falleció cuarenta días después.

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Desde entonces la familia del joven de 25 años comenzó una ardua tarea para reunir los más de seis mil euros que le permitieran repatriar los restos del difunto.

Sin embargo en el momento de concretar la operación financiera el Banco Central le comunicó al banco privado que sólo les autorizaba a operar 200 dólares mensuales.

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"Cómo no hay un encuadramiento técnico a la repatriación, lo tomaban como un bien personal. Repatriar a una persona era como haber comprado un IPhone", dijo el papá de Rodrigo.

Tras un sinfín de trámites, la autoridad monetaria nacional otorgó el jueves la autorización para realizar el traslado desde Europa hacia Argentina.

"Mi deseo es que lo que vivimos en carne propia no se repita", dijo Néstor con la esperanza de poder enterrar los restos de su hijo en suelo cordobés.