Red Hot Chili Peppers brindó este viernes su primera de las dos presentaciones que tiene previstas en el Estadio River Plate, en el barrio porteño de Núñez, y demostró una contundencia y virtuosidad que dejó más que conformes a sus miles de seguidores.

En el marco de su gira "2022-2023 Global Stadium Tour", la banda de Los Ángeles ofreció una performance totalmente orgánica; sin pistas grabadas de apoyo ni sintetizadores de fondo: solo un trío de guitarra, bajo y batería, una voz y, en pasajes puntuales, un teclado.

Flea con su omnipresente bajo; la guitarra sobrecargada de efectos de John Frusciante; y la potente batería de Chad Smith, tuvieron impactantes duelos, y construyeron momentos de improvisación, sin temor a que eso los dejara al descubierto.


Foto: Fernando Gens. Télam
Foto: Fernando Gens. Télam

Estuvo presente la gran potencia de la banda, proveniente de la novedosa mezcla de funk, punk, surfer rock, rap y psicodelia que constituyó su personalidad.

A Flea y Frusaciante, bajo la contención rítmica de Smith, se sumó un contenido Anthony Kiedis, que mantiene intactos su carisma y presencia escénica, a pesar de que ya se muestra más sobrio en el escenario y hasta en algunos instantes se desluce ante la energía arrolladora de la banda.

En su primer concierto, Red Hot Chili Peppers hizo honor a su nombre y regaló una explosiva performance, con el calor de una banda en plena combustión sonora como principal característica.

Flea acaparó reflectores con su particular estilo para tocar tocar el bajo, sus recurrentes slaps y la ejecución de riffs. 

Foto: Fernando Gens. Télam
Foto: Fernando Gens. Télam

De cerca le siguió Frusciante, con su vibrante guitarra, tan efectiva cuando asumió el rol de marcar la base funky como cuando hizo fraseos y psicodélicos punteos. Entre ellos, Chad Smith brilló en la batería con la potencia que impone el grupo.

En una dinámica de improvisaciones instrumentales que abruptamente derivaban en el tema que seguía en el repertorio y solos, sin un libreto de show marcado, la banda californiana generó una cercanía y un calor que bien justificó cualquier desprolijidad.

El concierto, que se extendió por 90 minutos, arrancó con una larga improvisación, que luego de varios minutos dio paso a "Can´t Stop", a la que le siguieron "The Zephyr Song""Dani California" y “Aquatic Mouth Dance”.

Luego la banda fue transitando una mezcla de canciones de su discografía a partir de "Blood, Sugar, Sex & Magik", de 1991, y obviando no solo sus cuatro primeros álbumes, sino también aquellos en los que no participó Frusciante.

Foto: Fernando Gens. Télam
Foto: Fernando Gens. Télam

De hecho, el guitarrista protagonizó un gran momento del show cuando como solista interpretó "Terrapin", un cover del malogrado miembro fundador de Pink Floyd Syd Barrett; y le agregó grunge a la mixtura estilística de la banda en el pasaje del estribillo de "The Heavy Wing" a la que le puso voz.

El punk apareció cuando a "Right on Time" se le varió la introducción por el arranque de "London Calling", de The Clash.

A lo largo del concierto también sonaron "Throw Away Your Television", la más reciente "Eddie""Soul to Squeeze""Parallel Universe" y "Strip My Mind".

Por supuesto que no faltaron otros clásicos de los californianos como "Suck My Kiss""By The Way""Californication" y "Give it Away".

Para los bises, el grupo se guardó "I Could Have Lied" ("Me encanta tocar esta canción con vos", piropeó Kiedis a Frusciante sobre el cierre, tras el lucimiento del guitarrista) y la ultra-celebrada "Give it Away"

Red Hot Chili Peppers concluirá su visita a Argentina este domingo 26 en el mismo estadio Monumental.

Fuente: Télam