Este domingo a la madrugada la sede del Servicio Penitenciario en Rosario, ubicada en Alsina y Pellegrini, fue baleada desde una moto. 

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Este hecho se da poco después de que este sábado se llevara a cabo una audiencia en la que quedaron detenidos Lorena Verdún y su hijo Luciano Cantero, nuevo líder de Los Monos. Allí Verdún amenazó al fiscal Matías Edery: “Esto no va a quedar así”.

Además, días antes, por debajo de la puerta de la misma sede dejaron un cartón con una nota amenazante: “Si siguen verdugueando a la familia de los alto perfil, para la próxima vamos contra la familia de los empleados de Servicios. El que avisa no traiciona”.

Foto: Página 12
Foto: Página 12

Todos estos hechos parecerían tener una clara relación y enciende las alarmas del Servicio Penitenciario de Santa Fe y de la justicia provincial.

Walter Gálvez, titular de Asuntos Penitenciarios, señaló en LT8 que "es la cuarta vez en los últimos años que es perjudicada (la oficina) con un ataque de este tipo".

A su vez, Galván explicó que el año pasado trasladaron a 17 detenidos de alto mando a cárceles federales y, en ese sentido, se están profundizando requisas y controles. "Pareciera que esto molesta, pero es materia de investigación de la justicia", manifestó.

Ante estas importantes amenazas, desde el Gobierno de Santa Fe decidieron reforzar las custodias de las dependencias policiales y dispusieron más vigilancia en las cárceles, buscando evitar posibles ataques externos.

En ese marco, en la jefatura de la Unidad Regional II trabajaron con portón cerrado y determinaron que los empleados lleven chalecos antibala en la puerta y que se revise todos los vehículos que ingrese al lugar.