En sintonía con la promoción de la movilidad sostenible, en los últimos años se ha observado un crecimiento significativo en el uso de modos de transporte individual no contaminantes. Estos vehículos, conocidos como micromovilidad, se presentan como una valiosa alternativa para la transición hacia una movilidad urbana de baja emisión de carbono. Ofrecen a los usuarios una forma más económica, saludable y ecológica de desplazarse en comparación con los modos motorizados convencionales. Además, favorecen la descongestión del tránsito y pueden ser aprovechados para trayectos cortos o intermodales.

Dentro de la categoría de la micromovilidad, el monopatín eléctrico ha ganado protagonismo en diversas ciudades durante y después de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, su creciente presencia plantea interrogantes sobre la seguridad vial y los riesgos que implica tanto para los usuarios de monopatines como para los peatones que comparten las vías.

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En muchos casos, la falta de regulaciones específicas ha generado un vacío normativo en relación con los monopatines eléctricos. No obstante, algunos países y ciudades han tomado medidas para implementar regulaciones que aborden esta cuestión. En Europa, países como Francia, Alemania, España y otros han establecido normativas que limitan la velocidad máxima de los monopatines eléctricos, prohíben su circulación por las veredas y recomiendan el uso de casco. En América Latina, ciudades como Bogotá, Río de Janeiro y Ciudad de México también han elaborado normativas y recomendaciones para regular el uso de monopatines eléctricos.

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En el caso de Argentina, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) actualizó la normativa vial en octubre de 2020 para incluir un marco regulatorio específico para los vehículos de movilidad personal, como los monopatines y patinetas eléctricas. Esta disposición establece que los monopatines eléctricos solo pueden circular por calles y avenidas a una velocidad máxima de 30 km/h, exigiendo el uso obligatorio de casco para los conductores mayores de 16 años. Además, las jurisdicciones adheridas a las leyes nacionales de tránsito pueden aplicar el régimen de sanciones y faltas establecido en dichas leyes.

Reglamentación para monopatines eléctrico. Fuente: ANSV
Reglamentación para monopatines eléctrico. Fuente: ANSV

Varias ciudades argentinas también han avanzado en la implementación de regulaciones locales para los monopatines eléctricos. Mendoza y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fueron pioneras en la regulación de estos vehículos a partir de 2019, especialmente con la implementación de sistemas de servicios de uso compartido de monopatines eléctricos. Posteriormente, ciudades como La Plata, Rosario, Córdoba y Neuquén han seguido el mismo camino, dictaminando sus propias normativas locales. Estas regulaciones locales suelen establecer un límite máximo de velocidad de 25 km/h y la obligación de respetar las normas de circulación vigentes para los vehículos.

En la ciudad de Córdoba la normativa local establece un límite máximo de velocidad de 25 km/h para los monopatines eléctricos, al igual que en otras ciudades del país. Además, se exige el respeto de las normas de circulación vigentes para los vehículos y se promueve la concientización sobre el uso seguro de los monopatines. 

En cuanto a los riesgos y consecuencias de los choques que involucran a los monopatines eléctricos, un estudio realizado por la fundación MAPFRE en colaboración con CESVIMAP brinda información relevante. A través de simulaciones informáticas y pruebas de choque en laboratorio, se reprodujeron dos tipos de colisiones habituales en zonas urbanas.

Impacto de un monopatín eléctrico contra el lateral de un automóvil. Fuente: RACAR
Impacto de un monopatín eléctrico contra el lateral de un automóvil. Fuente: RACAR

En el caso de una colisión, los resultados del análisis de las simulaciones y pruebas de choque indican que un monopatín eléctrico circulando a una velocidad de 25 km/h que participe de un siniestro vial ,puede generar como consecuencia que se produzcan lesiones graves, tanto para el conductor/a del mismo si colisiona contra un automóvil, como para peatones que fueran atropellados. 

Entre un monopatín eléctrico circulando a 25 km/h y un automóvil, se observa que las áreas del cuerpo más afectadas son la rodilla izquierda y la cabeza.  

Impacto de un monopatín eléctrico contra un peatón 
Fuente: RCAR
Impacto de un monopatín eléctrico contra un peatón Fuente: RCAR

Además, en un atropello a un peatón a la misma velocidad, se pueden producir lesiones en rodillas, cabeza, hombros y caderas .

Si bien la micromovilidad eléctrica presenta beneficios ambientales y de movilidad, es fundamental abordar los desafíos en términos de seguridad vial. Solo a través de un enfoque integral que involucre regulaciones efectivas, infraestructura adecuada y educación vial se podrá garantizar una movilidad sustentable y segura para todos los usuarios de la vía.