En marzo está prevista una nueva actualización de la base imponible de los impuestos internos, con un ajuste del 19% tomando como referencia el aumento acumulado en los precios mayoristas. Con esta modificación, pasarán a tributar la primera escala (20%) aquellos vehículos con un precio mayorista (salido de fábrica, sin impuestos ni comisiones) superior a los $4.905.000, lo que se traduce en un precio de venta al público por encima de los $7.000.000. Vale recordar que hasta finales de este mes, el monto a partir del cual se aplica el impuesto es por encima de los $5.800.000 (precio al público).

Por su parte, en el caso de la segunda escala –con una alícuota del 35%-, la base imponible será de $9.054.968 (hoy está en $7.599.730) de precio mayorista, aplicándose a un precio de venta al público por encima de los $13.000.000.

Desde marzo los 0km con precios superiores a $7.000.000 pagan el impuesto “al lujo”

Con la inflación y el consecuente aumento de precios, ya no hay 0km por debajo de los $3.000.000 y, teniendo en cuenta que la primera escala hoy se aplica a partir de $5.800.000, hay varios productos del segmento B y C fijados a ese valor. Así, este tributo termina perjudicando no sólo a vehículos importados o del segmento Premium, sino también a modelos de producción nacional como el Volkswagen Taos o la Toyota SW4, mientras que otros como el Chevrolet Cruze y Tracker o el Peugeot 208 quedan al borde de abonarlo. Quedan exceptuadas las pick ups, al ser consideradas vehículos de trabajo.

Una vez que entre en vigencia esta nueva actualización a partir de marzo, tendrá validez hasta mayo, mes en el que otra vez se repetirá la misma situación.