La Universidad Nacional de Córdoba celebró el 22° Aniversario de la Declaración de la Manzana Jesuítica de Córdoba y las Cinco Estancias: Santa Catalina, Caroya, Jesús María, Alta Gracia y la Candelaria como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO”.

Este martes 29 de noviembre, en el Rectorado Histórico de la UNC, tuvo lugar el acto de cierre de las actividades conmemorativas de los 22 años de la Declaración de la Manzana Jesuítica como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Estuvieron presentes, entre otras autoridades: el rector de la UNC, John Boretto; la presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos de la Nación, Mónica Capano; el prorrector de Fortalecimiento Institucional y Coordinador General de la Comisión Permanente de Homenaje a la Manzana Jesuítica, Ramón pedro Yanzi Ferreira; el secretario general de la UNC, Daniel Lago; el viceintendente de la Ciudad de Córdoba, Daniel Passerini; el presidente de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sansica; el arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Rossi, el rector de la Universidad Católica de Córdoba, Alfonso Gómez, autoridades de la UNC, de la Justicia Federal y Provincial, de la municipalidad de Córdoba y de la Provincia de Córdoba.

Foto: gentileza UNC
Foto: gentileza UNC

“Me encuentro con mojones de patrimonio, es decir personas que han hecho y siguen haciendo tanto por el patrimonio”, manifestó Mónica Capano al comienzo del emotivo homenaje.

Y agregó: “Muchas veces creemos que los patrimonios son cosas cerradas, ocultas, misteriosas. Los patrimonios son lugares para habitar. Tenemos que terminar con aquellas concepciones decimonónicas y pensar que el patrimonio es con la gente. El patrimonio es un derecho colectivo y como tal forma parte de los derechos económicos sociales y culturales. Las comunidades tienen derecho a su propio patrimonio. A un patrimonio que reconocen y del cual se apropian. Ningún patrimonio que no estuviera marcado por el afecto y la sustentabilidad de una comunidad podría ser esto que estoy viendo”.

Foto: gentileza UNC
Foto: gentileza UNC

En declaraciones a Canal 10, Capano señaló que esto “es importante para Córdoba y para el país, tenemos 11 declaratorias de patrimonio mundial, y esta de Córdoba, que tiene muchos bienes es la que nos hace sentir muy orgullosos y orgullosas. Las cuestiones patrimoniales tienen mucho que ver con las memorias y con las identidades”.

A su turno, Pedro Yanzi Ferreira repasó para Canal 10 la historia de la Casa de Trejo y se refirió al significado proyección de la declaración por parte de la UNESCO de la manzana y las estancias jesuíticas como patrimonio cultural de la humanidad. “No creo que exista otra universidad en América que comparta esta singularidad como es también singular la propia historia de nuestra ciudad fundada en 1573”, apuntó.

UNC en el 22° Aniversario de la Declaración de la Manzana Jesuítica como Patrimonio de la Humanidad

En representación de la Municipalidad, Daniel Passerini expresó su emoción por estar presente. “Estamos en uno de los hechos trascendentales de lo que va a significar el camino a los 450 años de nuestra ciudad de Córdoba. Es un hecho muy importante y gran parte de la historia de nuestra ciudad pasa por acá”, aseguró.

El rector John Boretto valoró y agradeció el acompañamiento de los presentes porque “implica un compromiso con el patrimonio”.

Además reflexionó sobre el compromiso y el deber que tiene la Casa de Trejo. “Me quedo con algo que me parece muy importante sobre todo por la responsabilidad que nos cabe a quienes tenemos hoy alguna responsabilidad en esta institución. Hoy después de varios estadios nuestra universidad, es una universidad pública y por lo tanto tenemos la responsabilidad de preservar este patrimonio y de generar las condiciones para su sustentabilidad”, indicó.

“Habitar este lugar, este patrimonio que tenemos la sociedad cordobesa que es para toda la humanidad. Habitarlo, vivirlo. No tiene que ser un lugar vacío ni cerrado que se abre de vez en cuando sino que tiene que ser vivenciado por todos los habitantes”, añadió con firmeza.

Durante la jornada la Orquesta Sinfónica de la UNC, bajo la dirección del Maestro Hadrián Ávila Arzuza, interpretó el Preludio de las Bachianas Brasileiras nro. 4 (Heitor Villa-Lobos), Chaconne de la ópera “Armida” (Christoph W. Gluck), Pavana op. 50 (Gabriel Faure) y las Estaciones porteñas (Astor Piazzolla, arr. Damián Torres).

Además, la UNC y la Municipalidad de Córdoba suscribieron un convenio que contempla el Proyecto: Respira Córdoba “Recuperando el valor histórico, patrimonial y paisajístico del Área Central desde la Gobernanza Urbana”.

Passerini destacó el acuerdo y su impronta. “Un hecho muy importante. Hay una serie de intervenciones y de compromisos para el sostenimiento, el mantenimiento y la promoción de este espacio que hace a la historia de la Ciudad. Es innegable la impronta del Movimiento Jesuita en el ADN de Córdoba”.

Antes de concluir el acto se entregaron una placa y un diploma al rector de la Universidad Católica de Córdoba, Afonso Gómez, en agradecimiento a la trayectoria y constante colaboración en la Comisión de la Manzana Jesuítica de Córdoba. De igual modo fue reconocida la profesora Melina Mandrino por su trabajo de reconstrucción y preservación del legado jesuítico.

Patrimonio de la Humanidad

El antiguo complejo de la Manzana Jesuítica, junto con las estancias homónimas, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en noviembre del año 2000 en la ciudad de Cairns (Australia). Se transformó así en un ámbito musealizado que comprende no sólo la antigua sede de la Universidad Nacional de Córdoba, sino también la Iglesia de la Compañía de Jesús, la Capilla Doméstica, la Residencia y el Colegio de Monserrat. El circuito jesuítico de Córdoba se completa con cinco estancias ubicadas en el interior de la provincia: la Casa de Caroya (1616), las estancias de Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), Alta Gracia (1643) y La Candelaria (1683).

Para sostener las actividades de sus colegios, los jesuitas generaron una serie de emprendimientos productivos en el interior del territorio provincial. Estas estancias, donde floreció la producción agrícola y vitivinícola, poseen remarcables valores arquitectónicos en sus construcciones, en especial en las iglesias y ámbitos de la residencia que se han mantenido hasta el presente. Reconociendo estos valores patrimoniales únicos -asociados a los testimonios jesuíticos en Córdoba- la UNESCO los ha inscripto en la Lista de Patrimonio de la Humanidad bajo la figura de "serie de conjuntos".