Este miércoles pasado, en los Tribunales de la ciudad de Villa Dolores, se condenó a prisión perpetua a Juan José Murúa por el femicidio de Marisol Rearte, de 18 años, y su hijita, Luz Morena Oliva, una pequeña de dos años. 

Los crímenes se perpetraron en inmediaciones de Dique La Viña, en Traslasierra, en 2014.

Traslasierra. Marisol junto a su hija. Foto: Archivo.
Traslasierra. Marisol junto a su hija. Foto: Archivo.

Fue imputado y condenado por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio) y homicidio simple, en concurso real” y purgará su pena en la cárcel de San Luis.

VER: Córdoba: comenzó el juicio contra el femicida de Marisol Rearte y su hija

Eduardo Cúneo, abogado querellante, en un móvil de radio Universidad explicó que el hecho de no haber encontrado el cuerpo de la bebé y aún así aplicarse una condena por homicidio “es un precedente en Villa Dolores”.

En noviembre de 2018, en la zona del dique La Viña, los investigadores hallaron un cráneo que pertenecía a Marisol. De la pequeña Luz Oliva aún hoy no hay rastros.

Gloria Rearte, hermana de Marisol, tras el juicio manifestó su alivio al medio La Otra Mirada. Cuando le entreguen los restos de Marisol, dijo, podrán darle sepultura para tener un lugar donde ir y estar con ella. "Lo más importante es que ella ya descansa en paz".

Murúa ya se encontraba condenado a 38 años de prisión por el femicidio de Brenda Arias, una joven de 19 años asesinada en 2009 en la localidad de Villa del Carmen, provincia de San Luis. También, carga con otras condenas por violencia de género y otros delitos.

En tanto, ambos femicidios el asesino habría tenido actitudes y características similares en su accionar: tuvo un vínculo afectivo con la víctima, la desaparición de los cuerpos, colaborar con los familiares en la búsqueda de las jóvenes, entre otros. 

La Otra Mirada