Una fundación de la ciudad de Córdoba afirma que recibió autos judicializados pero estaban en mal estado.

Los vehículos los utilizaban para transportar mercadería pero les terminaba representando un gasto más que servir como una utilidad, por lo cual los tenían que devolver.

Esto ocurre en el marco de la polémica por la asignación de autos de alta gama judicializados para legisladores de la provincia de Córdoba y específicamente el caso de Oscar González.

Se trata del Centro Jaire, encabezado por Cecilia Luna y Juan Pablo Aladio, quienes en diálogo con Canal 10, explicaron que tenían un convenio con el Banco de Alimentos en el Mercado de Abasto y los traslados de las compras, que eran lotes grandes, así como donaciones y otros insumos, los realizaban a través de los autos:

En ese marco, Cecilia Luna relató:

“Alguna que otra vez nos dieron uno o dos autos y los traslados los hacíamos a través de eso, después esos autos nos los fueron pidiendo porque es por un tiempo que ellos deciden y en otras ocasiones los autos no estaban en buen estado y los hemos devuelto porque no los podíamos sostener económicamente.”

A su vez, señalaron que algunos autos eran viejos, demandaban cambios de cubiertas o diversos arreglos, de los cuales se tenían que hacer cargo ellos en su totalidad y terminaban representando más un gasto importante. Incluso ellos debían hacerse cargo del seguro y la nafta. 

Es por tal motivo que ahora usan motos para realizar los traslados. Lógicamente, no pueden llevar muchas cosas y deben realizar más de un viaje para llevar la mercadería.

Es por tal motivo que Cecilia Luna expresó su preocupación: “Nos preocupa que el Estado se haga presente en estos espacios y estos barrios”

El Centro Jaire es un centro infanto-juvenil que funciona hace 14 años recibiendo niños, niñas, jóvenes, vecinos y vecinas de Villa Bustos y otros barrios aledaños, como Villa Boedo, 16 de abril y Ampliación 1º de Mayo, entre otros.

Alli realizan talleres deportivos, educativos y culturales y a todos los que concurren se les brinda la merienda. Al lugar concurren unos 300 niños a lo largo de la semana y en la diaria entre 100 y 150 niños y niñas.