La Fiscalía de Instrucción del Distrito III Turno 4, a cargo de Claudia Rita Palacios, requirió la elevación a juicio contra cinco imputados por el crimen de Daniel Enrique Coria (38), quien fue hallado calcinado el 24 de febrero de 2023 en un descampado ubicado en la intersección de calles Bajada de Piedra y Ramón Mestre de barrio Yapeyú de la ciudad de Córdoba. 

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Son cinco los imputados por “suponerlos coautores penalmente responsables de los delitos de Homicidio doblemente calificado por precio o promesa remuneratoria, en concurso con homicidio premeditado por dos o más personas.”

Se trata de Carlos Daniel Figueroa, alias “Manco”, Héctor Oscar María Figueroa, alias “Pirilo”, Michael Joel Figueroa, alias “Maicol”, y Pablo Mario Silva, alias “Pistola”.

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Según informó el Ministerio  Público Fiscal de Córdoba “se logró acreditar que el crimen fue encargado por Pablo Mario Silva, alias “Pistola”, desde el establecimiento penitenciario de Cruz del Eje donde cumple una condena”.

De acuerdo a la investigación, “Silva ofreció una recompensa económica a los sicarios, quienes a través de un engaño contactaron a la víctima para lograr el encuentro en cuestión y así culminar con el plan previamente acordado”.

En esa dirección, para la fiscalía a cargo de la investigación, “no quedaron dudas que los Figueroa fueron los ejecutores materiales del hecho, así como también de quemar el cadáver de la víctima por casi veinticuatro horas a fines de hacerlo desaparecer, todo ordenado por Silva”.

Finalmente, el comunicado detalla que “se acreditó la intervención secundaria que le cupo al hermano de Mario Silva, Martín Ezequiel Silva, quien fue el encargado de materializar los pagos parciales a posterior del hecho, así como de realizar diversas gestiones que le eran encargadas también por su hermano”.

Los hechos

Daniel Coria tenía 38 años y era de Malvinas Argentinas. Había desaparecido en el mes de febrero, luego de salir de su casa a bordo de una motocicleta. El viernes 24 de febrero se produjo el macabro hallazgo del cadáver en la zona de Bajada de Piedra, camino a Bouwer, a pocos kilómetros de Córdoba Capital.

Efectivos policiales llegaron hasta el lugar alertados por un llamado telefónico y se encontraron con el cuerpo descuartizado y calcinado en un descampado en zona de Ruta 19. 

Las primeras pericias sobre el cuerpo indican que se trata de un hombre asesinado a mediados de ese mes. Una llave hallada entre sus ropas permitió dar arranque a la motocicleta del fallecido, lo que dio los primeros indicios para identificar el cuerpo.

Luego los equipos forenses lograron la identificación de la víctima. En ese marco, personal de la Unidad Judicial Especial de Homicidios y de la Fiscalía continuaron realizando investigaciones con la finalidad de establecer la mecánica exacta del hecho y las circunstancias en que se cometió el brutal crimen.

De acuerdo a las primeras informaciones tras el hallazgo, se sostenia que los indicios indicaban que Coria fue secuestrado, baleado, aparentemente descuartizado y luego quemado, en el marco de lo que sería un “crimen por encargo” o “ajuste de cuentas”.