El Día de los Muertos es una tradición que hermana a los pueblos latinoamericanos cada 1 y 2 de noviembre. La cosmovisión mexicana habla del regreso transitorio de las almas a lo que fueron sus hogares en el mundo de los vivos, para compartir un día junto a sus familias. Para volver a quienes los amaron y los recuerdan. 

En Córdoba, las comunidades mexicana, haitiana, venezolana, peruana, chilena y pueblos originarios celebraron esta festividad en la Plaza del Pueblo de la Toma, en el barrio de Alto Alberdi. Con gastronomía tradicional y música alusiva, el evento reunió a cientos de personas frente al Cementerio San Jerónimo. 

Con una oferta plurinacional, familias y vecinos de la ciudad disfrutaron de la celebración. Foto: Eze Luque/Multimedio SRT
Con una oferta plurinacional, familias y vecinos de la ciudad disfrutaron de la celebración. Foto: Eze Luque/Multimedio SRT

Flores naranjas, rosas y violetas, calaveras, banderines y bebidas. Todo estuvo desplegado en un altar que abrazaba las fotografías de quienes ya no están físicamente entre los vivos. Cada fotografía es un intento de permanecer en la memoria, allí donde el arte de duelar es una celebración a quienes siguen estando. 

México, la cuna de los colores

Laura es miembro de la colectividad mexicana. Nacida en el Distrito Federal de México, doce años atrás dejó su ciudad natal e hizo de Alto Alberdi su nuevo hogar. El Día de los Muertos es su festividad más atesorada: “Lo de los papeles picados, la idea de que se abren las puertas Mictlán y las almas vienen a visitarnos es, tradicionalmente, una costumbre del centro del país. Pero lo cierto es que cada zona tiene una forma de celebrarlo".

El Mictlán hace referencia al inframundo de la cultura mexicana.Foto: Eze Luque / Multimedio SRT
El Mictlán hace referencia al inframundo de la cultura mexicana.Foto: Eze Luque / Multimedio SRT

Pan de muerto, velas, frutas, mezcal, tequila y calaveras de azúcar son algunos de los elementos que componen el centro del altar. Todo alrededor de retratos acompañados de tenues llamas de velas que iluminan el camino de regreso. “Agua y sal es lo básico que acompaña el altar, y también se pueden poner en alrededor de las tumbas”, señala. Ambos días, hablar de los muertos es una forma de mantenerlos vivos. 

En México hay 78 pueblos originarios reconocidos, y más allá de sus matices, tiene una coincidencia: la muerte es parte de la vida. “De lo único que estamos seguros en este mundo es de que nos vamos a morir, y con esa idea se cree que la memoria del ser continúa y sigue existiendo más allá de que no estés fisicamente con nosotros”, explica ella. 

Laura participó en ya 8 celebraciones de Día de Muertos en Córdoba, antes realizadas fuera de Alto Alberdi. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.
Laura participó en ya 8 celebraciones de Día de Muertos en Córdoba, antes realizadas fuera de Alto Alberdi. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.

Los ojos de Laura se cristalizan cuando recuerda abuela y a su tía. Pensando en ellas, contiene lágrimas mientras mira el altar que prepararon ante las puertas azules del cementerio, y confiesa: “A veces pienso y digo, abuela no te hice nada, no llegué siquiera a armarte algo en casa, pero después pienso, esta fiesta también es para ellas. Difundir lo que hacemos es una forma de honrarlas. Y luego digo tal vez no te cociné pero esto es para vos”. 

Perú, la tradición de acompañar 

Dionisia es peruana, emigró décadas atrás pero aún conserva su acento limeño. Sus abuelos le enseñaron a celebrar el día de muertos. Según ella, lo importante no sólo es recordar a quienes ya no están, sino también acompañarlos en el proceso de partida.  

Hoy ella prepara el altar y cuenta: “Hace 47 años mis abuelos se fueron, y la tradición de celebrarlos ha quedado en cada familia. Lo hicieron sus hijos, sus nietos y sus bisnietos. Y aunque podrá cambiar alguna foto, la tradición sigue siendo la misma, la de acompañar a nuestros seres queridos”.

Dionicia tiene tres hijos, ama su familia y tiene un emprendimiento gastrónomico aparte de su empleo. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.
Dionicia tiene tres hijos, ama su familia y tiene un emprendimiento gastrónomico aparte de su empleo. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.

Ella cree en Dios. Y cree mucho. Siente y reza, especialmente en estas fechas: “Jamás hay que darse por vencida, más allá de lo que a una le pase, siempre hay que seguir adelante”. 

Venezuela, un camino de voces

Rosemary es oriunda del estado Carabobo y se define como “alberdizolana”. Cuenta que en Venezuela estas festividades están marcadas por la amplia variedad de religiones que allí se profesan. Creencias indígenas, el catolicismo, las prácticas esotéricas, todo confluye en estas prácticas culturales.

El 'Pan de Muerto' tiene muchos nombres dependiendo de la región en que se elabore, lo tradicional siempre son sus formas. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.
El 'Pan de Muerto' tiene muchos nombres dependiendo de la región en que se elabore, lo tradicional siempre son sus formas. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.

Acerca de esto, cuenta: “Generalmente, el día 1 de noviembre la gente tradicionalmente recuerda a todos sus santos colocando en altares imágenes y estatuillas de aquellos de los que son más devotos. Después el día 2, es cuando las personas recuerdan a sus difuntos, colocandoles también agua, su comida preferida, café, cerveza o ron". 

Chile, una canción a medianoche

Carolina, miembro de la colectividad chilena, cuenta que en su país de origen cada celebración cambia según las zonas geográficas. Tanto el norte como el centro del país se caracterizan por festejos alegres, y la elaboración de comidas tradicionales para compartir junto a las tumbas de los seres queridos. 

“Para mí, y creo que también para muchos, la muerte es solamente un paso que se da”, dice. 

En el sur del país hay una tradición particular. Allí, la actividad económica gira en torno a la actividad pesquera, y muchas son las personas que pierden su vida en el mar. En honor a ellas, familias se acercan a las costas para cantar serenatas. Desde la puesta del sol hasta el amanecer el mar se hace eco de las canciones.  

A la izquierda, Carolina, fue la primera en disertar acerca de las tradiciones de su país de origen. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.
A la izquierda, Carolina, fue la primera en disertar acerca de las tradiciones de su país de origen. Foto: Eze Luque / Mutimedio SRT.

La muerte puede significar muchas cosas: un cierre, un paso, el inicio de otro camino. Lo cierto es que en la cultura latinoamericana no pasa desapercibida. El recuerdo y las celebraciones se entremezclan para recordar una vida. Para recordar que quien ha muerto seguirá vivo en tanto siga presente en la memoria de quienes deciden celebrar su existencia. El Día de los Muertos, un día también para los vivos.