El cabo que manejaba el patrullero que este domingo atropelló a un nene de 5 años ofreció su versión de los hechos, luego del episodio que terminó con el pequeño herido y el móvil policial dañado en medio de la conmoción de los vecinos.

Primero, los vecinos aseguraron que el uniformado ingresó a gran velocidad y sin la sirena encendida y que abandonó el patrullero y el lugar cuando se produjo el lamentable episodio. Y, además, que luego llegaron más policías que fueron a recuperar el móvil dañado aunque, siempre según la versión de los vecinos, no ofrecieron ayuda a la familia.

Luego, en diálogo con Canal 10, el cabo Danilo Sánchez descartó que no haya prestado asistencia al menor, al tiempo que contó cómo vivió lo ocurrido.

La versión del cabo que iba al mando del patrullero

“Me encontraba patrullando en el sector, con el móvil policial, cuando escucho por la radio que mis compañeros estaban en un operativo cerrojo en procura de una motocicleta y colaboro con el operativo cerrojo haciendo un patrullaje por el sector, cuando lamentablemente sucede el siniestro con la criatura”, expresó Sánchez.

Inmediatamente aclaró: “Lo primero que hago es bajar a asistirlo a intentar colaborar, si era necesario subirlo a un móvil y llevarlo a un nosocomio”. Sin embargo, alcara, “tuve la mala suerte que los vecinos del sector no me dejaron acercarme al menor y ni bien me bajé me recibieron con piedras y con golpes, a mí y al móvil”, aseguró.

Insistió en que no iba en una persecución y que realizaba un patrullaje y que por ello no requería ir con la sirena prendida. En ese momento, “el nene me sale de entre los autos que estaban estacionados en la vía pública, logro frenar el móvil, lo toco con el móvil y el nene cae”.

En ese momento, recuerda el uniformado: "El nene sale caminando, yo quiero ir en procura de él para asistirlo, pero no pude hacerlo. Hubo insultos, piedras, prendieron fuego a una butaca”, describió. Sobre estos daños, videos que circularon en redes sociales permiten ver al vehículo policial gravemente dañado y con fuego en uno de los asientos delanteros.

“Tuve impotencia de no poder ayudarlo, por los vecinos”, dijo, y agregó que que intentó dialogar con los vecinos, sin suerte. Incluso, dijo que no pudo pedir asistencia por radio debido a los golpes que recibía por parte de los vecinos. “Temí por mi integridad, por el móvil y por el armamento”, concluyó.

Por ahora, la Justicia investiga el hecho y serán claves los datos grabados en la cámara del móvil policial.