Luego de tres años de proceso, desde que se formuló la denuncia a fines de 2019, la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno de Río Cuarto solicitó formalmente la elevación a juicio de la investigación seguida en contra de A.G., un profesor de tenis denunciado por abuso sexual por parte de quien fuera su alumna desde pequeña.

El acusado está imputado por “abuso sexual agravado por la condición de la educación de un menor de edad reiterado y abuso sexual con acceso carnal calificado por la condición de encargado de la educación continuado, todo En Concurso Real; en perjuicio de S.L”.

Los hechos, fueron puestos en conocimiento del Ministerio Público a fines de 2019, y según la denuncia ocurrieron en el período comprendido entre 2006 y 2010 en esa ciudad del sur de la provincia, cuando el imputado se desempeñaba como profesor de tenis de la víctima, quien entonces era menor de edad, condición que habría aprovechado para llevar a cabo los ataques sexuales denunciados con posterioridad por la damnificada.

Los fundamentos del requerimiento fiscal fueron puestos en conocimiento de la defensa del imputado, a efectos que analice si corresponde que dicho mérito sea examinado por un Juez de Control.

A fines del año pasado, la víctima decidió hacer pública la denuncia presentada en la justicia a finales de 2019. En ese año, se presentó en la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, donde contó lo sucedido, y luego de las actuaciones del caso, el 27 de diciembre de 2019, fueron elevadas a la fiscalía 1 a cargo de Pablo Jávega, quien finalmente imputó a Gallero.

El relato de lo vivido por la joven, que hoy tiene 30 años, es estremecedor. Contó que comenzó a sufrir el acoso por parte del imputado, a los 13 años y que desde los 14 a los 16 años fue abusada sexualmente por quien era su profesor de tenis y tenía 28 años en ese momento. Recién en el año 2010, la joven ya con 18 años pudo contarle a su madre lo que le había pasado.

Contó además que luego de oponerse ante el primer intento de abuso sexual, comenzaron las amenazas. "Me empezó a decir lo que repitió durante años: “soy la única posibilidad que tenés para que juegues al tenis”, expresó la joven.

De acuerdo al testimonio de la joven, los abusos fueron continuos hasta que tuvo 16 años, porque en ese momento A.G comenzó a hacerlo con "otra chica de 15 años". Pero el hostigamiento y las amenazas continuaron. 

Tras la denuncia de la joven en la justicia, A.G continuó hostigándola con amenazas, por lo que tras una nueva presentación en su contra, la justicia le ordenó la "restricción de contacto y acercamiento" de cualquier tipo y entregó un botón antipánico a la víctima.

Cuando decidió hacer pública su denuncia, la joven expresó que su objetivo es "poder contar mí historia para ayudar a otras víctimas, que a partir de publicar esta causa, se animen a denunciar a este y otros agresores también, para poder reparar todo esto".