Con la llegada del frío, aumenta el consumo de la calefacción.

Algunos aparatos defectuosos o con poco mantenimiento pueden emitir monóxido de carbono (CO), un gas inodoro e incoloro que puede ocasionar desmayos repentinos y hasta la muerte.

La intoxicación por monóxido de carbono es lenta y silenciosa. Los principales síntomas son: dolor de cabeza, mareos, debilidad, náusea, palpitaciones, vómitos, dolor de pecho y confusión.

“El monóxido de carbono no tiene olor ni sabor, y es invisible; por eso, es fundamental anticiparse y adoptar medidas de prevención para evitar riesgos”, afirmó Nilda Gait, jefa de Departamento de Salud Ambiental Ministerio de Salud.

Por tal motivo, el Ministerio de Salud de Córdoba recomienda: