En medio del festejo por haber accedido a la final, Neymar intercambió su camiseta con el alemán Marcel Halstenberg, de Leipzig. Lo que es una situación habitual tras el final de un partido, pasó a ser motivo de desvelo para París Saint Germain, ya que a raíz de la pandemia de coronavirus, el protocolo sanitario establecido por la UEFA prohibe precisamente cambiar una camiseta con un adversario.

Según la disposición protocolar del máximo organismo del fútbol europeo, "se recomienda a los jugadores que se abstengan de cambiarse de camiseta", sin mencionar una sanción en particular, aunque se habría evaluado, sin especificarlo en el papel, que el jugador que cometiera esa falta recibiría una sanción por un partido y 12 días de aislamiento.

La UEFA, sin embargo, parece dejar abierta la posibilidad de un castigo al señalar que "el incumplimiento de las obligaciones establecidas en el Protocolo de la UEFA puede dar lugar a sanciones disciplinarias, medidas de acuerdo con el Reglamento Disciplinario de la UEFA". 

En París Saint Germain rezan para que la UEFA no tome una decisión en ese sentido y el brasileño no se vea impedido de estar en la final que se jugará el domingo próximo en el estadio Da Luz, desde las 16.