A 70 años de cuando Uruguay enmudeció a todo Brasil
La selección celeste venció a la canarinha por 2 a 1 y se consagró campeón mundial en 1950
Todo estaba preparado para que Brasil diera la vuelta olímpica en el estadio Maracaná. Es más, Obdulio Varela acuñó la famosa frase "los de afuera son de palo", cuando Uruguay había conseguido el pase a la final y los dirigentes de su país ya se daban "por hechos" por lo que el equipo había conseguido.
Pero Obdulio quería más. Sabía que era muy difícil, pero no imposible. Y lo que sucedió después, le dio la razón. A Brasil le bastaba con un empate para consagrarse campeón. Uruguay, en cambio, sólo tenía la alternativa de ganar para repetir lo que había hecho en su país, ante Argentina, en 1930.
Era un mundial hecho para que el local lo ganara. Volvía la competencia ecuménica después de las ediciones truncas de 1942 y 1946 a causa de la Segunda Guerra Mundial. Fueron sólo 13 los seleccionados participantes. Por una decisión política, Argentina tampoco estuvo presente en el certamen.
Así las cosas, el 16 de julio de 1950, en un estadio Maracaná rebosante de alegría, con cerca de 200.000 espectadores, todo estaba preparado para el festejo. Todo indicaba que eso iba a suceder cuando Friaca anotó el tanto brasileño. Nadie imaginaba que el milagro se podría producir, pero se produjo. La fuerte personalidad uruguaya sostuvo la presión de su adversario y se dio lugar para dar el gran golpe. Que en realidad fueron dos. El primero fue obra de Juan Alfredo Schiaffino, que recibió un centro de Alcides Ghiggia para anotar el empate. Y el segundo estuvo a cargo del propio Ghiggia, que superó con un derechazo a Moacir Barboza.
El silencio en el estadio fue conmovedor. La masiva presunción brasileña de triunfo y prolongado festejo se vino abajo, mientras que el inesperado triunfo transformaba en gigantes a once jugadores que bien podría haber asumido una eventual derrota con dignidad y la seguridad del deber cumplido.
Pero no fue así. Ante las lágrimas brasileñas, la alegría uruguaya le dio contexto al Maracanazo, la pomposa denominación que subraya su segundo campeonato mundial.