El escenario complicado, los 3.200 metros de altura de Huancayo y una cancha que de a ratos pareció una estancia, un rival que demostró en la ida ser bastante más bravo de lo que se esperaba y un par de bajas clave en la delantera.

Estaba cantadísimo que a Argentinos le iba a costar un Perú avanzar a la próxima fase de la Sudamericana, los 16avos de final. Mucho más a esta versión de los de La Paternal, lejos del nivel extraordinario del semestre pasado.

Efectivamente, fue lo pasó: el Bicho se mancó rápido de nuevo en la Copa y se vuelve a Argentina con las manos vacías.