El pitazo final derivó en el comienzo de un episodio extremadamente violento. Es que jugadores y allegados de ambos equipos se trenzaron en una auténtica batalla campal. El campo de juego de Berazategui se transformó en el escenario de una seguidilla de golpes de todo tipo entre los cuales se destacó un hecho insólito.

En medio de esa batalla, un futbolista de Berazategui se despachó con una patada voladora irreal con ambas piernas contra un integrante de la delegación de San Martín de Burzaco.