Horas después de que la Conmebol confirmara, a través de su cuenta en Twitter, que Brasil sustituirá a Colombia y Argentina como sede de la Copa América 2021 y agradeciese incluso a Jair Bolsonaro, el Gobierno brasileño dejó el evento una vez más en el limbo. “No hay nada seguro”, dijo el ministro de la Casa Civil (jefe de ministros), Luiz Eduardo Ramos, en una declaración en el Palacio de Planalto junto a Marcelo Reis Magalhães, secretario nacional de Deportes. El presidente Bolsonaro y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), citados en el anuncio de la entidad sudamericana, no hicieron comentarios.

Fue un capítulo más de un día de repercusiones negativas para el Gobierno, que no ha podido justificar que en plena escalada de casos de coronavirus abra las puertas a un campeonato de proporciones continentales. De concretarse, Brasil deberá recibir funcionarios, periodistas y miembros de delegaciones de diez equipos sudamericanos. Brasil cuenta 460.000 muertos por la Covid-19 y se encamina a una tercera ola.

La situación no podría ser más complicada. Los senadores que investigan a Bolsonaro por su manejo de la pandemia solicitaron que el presidente de la CBF, Rogério Caboclo, comparezca ante el Parlamento para justificar la decisión. Los diputados presentaron acciones ante el Supremo Tribunal Federal (STF) para impedir el torneo. También lo hizo la oposición del Partido de los Trabajadores. En medio del debate sobre qué ciudades podrían albergar los partidos, los gobernadores de Pernambuco y Río Grande do Norte anunciaron que prohibirán que la Copa América se celebre en sus territorios. El gobernador de São Paulo, João Doria, no se opuso al evento.

A lo largo del día, la CBF canceló las conferencias de prensa de los jugadores Lucas Paquetá y Fred, que estaba prevista para la tarde, en Teresópolis, Río de Janeiro, donde la selección brasileña se concentra para sus próximos compromisos. El gobierno federal, por su parte, sólo se manifestó a través del ministro Luiz Eduardo Ramos, ya por la noche, para dar marcha atrás en la confirmación anunciada por la Conmebol. “Nada es seguro, quiero manifestarlo claramente. Estamos en pleno proceso, pero no vamos a eludir el pedido si es posible cumplirlo”, explicó el ministro Ramos. “Estamos estudiando los detalles. Si Dios quiere, mañana (por el martes) tendremos una posición definitiva”, agregó.

Fuente: El País.