Visiblemente enojado se lo vio al presidente de Talleres una vez finalizado el partido de ida de cuartos de final de Copa Libertadores en Liniers.

Fundamentalmente, por las agresiones de una facción de la barra de Vélez a simpatizantes cordobeses, ocurridas entre el descanso y los primeros minutos del segundo tiempo.

Ver: simpatizantes de Talleres fueron agredidos en el estadio de Vélez

"Esto no se dio con gente camuflada de Talleres o quienes se hicieron socios. No puedo creer que Vélez no haya tenido la capacidad de cuidar a familiares de jugadores y nuestros directivos; hubo mujeres, niños. Integrantes de la barra pasaron 6 o 7 controles para llegar hasta donde estaba toda esta gente para empezar una masacre. Hay gente hospitalizada, muy mal", sentenció desde el estadio 'José Amalfitani'.

Al hablar de su par de Vélez, Sergio Rapisarda, dijo que "es un inepto, mentiroso y falso" que "no está a la altura para conducir un club con su historia".

Andrés Fassi, presidente de Talleres

Fassi continuó: "Me llama la atención la falsedad con la que nos recibieron (el miércoles) al mediodía. Le volví a pedir alguna solución en materia de seguridad para poner la gente de Córdoba toda junta. Nos dieron 350 lugares y nos tendrían que haber cuidado, pero no hubo seguridad". Hubo una promesa velezana, que no se cumplió.

Pensando en la revancha de la serie, prevista para el próximo miércoles en Córdoba, adujo que "nos vamos a juntar con la comisión directiva y vamos a tomar medidas muy drásticas".

La decisión de Talleres era otorgarle a los visitantes el próximo miércoles 10.000 localidades de la tribuna popular Sur del estadio 'Mario Kempes'.

Concluyó diciendo que "no vamos a permitir este trato", agregando que "vamos a presentar una demanda penal y un descargo a Conmebol para pedir la suspensión del estadio" porque "lo que pasó es una barbaridad; los daños son monstruosos".