River tuvo todos los problemas habidos y por haber que emergen de esa advertible fragilidad exhibida del medio hacia atrás y su falta de contundencia de mitad de cancha en adelante. Esto desnuda entonces todas las carencias de distinto tipo que parten del propio entrenador, Martín Demichelis, que generan desconfianza en muchos de sus dirigidos, e interrogantes sobre sus decisiones a partir de una abrupta "protección" para los referentes después del "affaire" que se hizo mediático a partir de una charla "en off" que terminó siendo divulgada por algún "soplón" y terminó con el despido del jefe de prensa, Ricardo Dasso.

Es inexplicable para el hincha de River hoy en día que el lateral de mejor rendimiento en la temporada, Enzo Díaz, haya sido borrado intempestivamente del equipo titular para devolverle su lugar en el costado izquierdo de la defensa a Milton Casco, que venía haciendo agua por el otro costado.

Pero lo que es peor aun, que el lugar de Casco en el lateral derecho sea ahora propiedad del inexperto volante Santiago Simón, sin condiciones visibles para ocupar esa posición pese a la insistencia del técnico en ubicarlo allí.

Pero claro, se mencionaron en líneas previas las jerarquías individuales de que dispone el plantel "millonario", que aunque no logren cohesionar como equipo, indudablemente ante rivales de menor textura futbolística pueden terminar ganando un partido con una sola pincelada de sus reconocidas calidades. Y esto iba a aparecer ya en tiempo de descuento con una precisa y eficaz combinación entre dos ingresados desde el banco como Pablo Solari, que lanzó un centro desde la derecha, y Rondón, que conectó de cabeza para que, por fin, la tercera fuera la vencida, ya que a River le habían anulado dos tantos anteriores por posición adelantada a instancias del VAR, uno convertido por Paulo Díaz en el primer tiempo y otro por Miguel Borja en el complemento. 

El "movete, River, movete", ya se venía escuchando desde hacía un buen rato. Y justamente el colombiano fue el protagonista de un escándalo suscitado en el final del cotejo, cuando le propinó al arquero visitante Tomás Marchiori un "atate los cordones ahora", señalándolo como buscador de perder tiempo con ese ardid, algo que enardeció al guardavallas y a uno de los directores técnicos de los tucumanos, Sergio Gómez, que fue a encararlo con vehemencia.

Síntesis 

River Plate: Franco Armani; Santiago Simón, Paulo Díaz, Ramiro Funes Mori y Milton Casco; Nicolás De la Cruz, Enzo Pérez, Ignacio Fernández y Manuel Lanzini; Esequiel Barco; Miguel Borja. DT: Martín Demichelis.

Atlético Tucumán: Tomás Marchiori; Hernán De La Fuente, Bruno Bianchi, Nicolás Romero y Matías Orihuela; Guillermo Acosta, Adrián Sánchez, Ramiro Carrera y Joaquín Pereyra; Justo Giani; Ignacio Maestro Puch. D.T: Sergio Gómez-Favio Orsi.

Gol en el segundo tiempo: 45+3m. Rondón (R).

Cambios en el segundo tiempo: Al comenzar, Tomás Castro Ponce por Giani (AT) y Renzo Tesuri por Acosta (AT) y Matías Kranevitter por Enzo Pérez (R) 15m. Salomón Rondón por Borja (R), 23m. Alexis Flores por De la Fuente (AT), 26m. Mateo Coronel por Maestro Puch (AT), 33m. Pablo Solari por Fernández (R) y 40m. Marcelo González por Carrera (AT).

Amonestados: Paulo Díaz, Lanzini, De la Cruz y Borja (R). Sánchez, De la Fuente, Castro Ponce y Carrera (AT).

Cancha: River Plate.