Luis Alberto Spinetta había grabado un disco internacional en inglés por el empuje de su amigo Guillermo Vilas, que no le había convencido para nada, y ya le estaba dando vida a un nuevo grupo suyo, cercano al jazz, que reunía su apellido y el nombre de la hermosísima piedra de color verde y famosa por sus propiedades sanadoras. Sí, estaba imaginando ya Spinetta Jade… cuando su manager y representante, Alberto Ohanian, también dueño de la revista Expreso Imaginario, anunció el retorno de Almendra, el grupo en el que había debutado y que tenía la característica de no ser una banda de Spinetta sino que era un grupo en todo el sentido del término: lo habían conformado cuatro individualidades: Spinetta y Emilio del Guercio, su amigo de la adolescencia, Rodolfo García y Edelmiro Molinari. Justo cumplía una década de su fulgurante aparición. Era el fin de 1979.

Almendra tocó en Obras -donde se grabó un memorable disco doble en vivo- y luego en el Buenos Aires Lawn Tennis de Palermo, y salió de gira.

Fue una fiesta.

Luis Alberto Spinetta, 1980. Foto: Archivo Víctor Pintos
Luis Alberto Spinetta, 1980. Foto: Archivo Víctor Pintos

Cuando pasó el verano y comenzó la nueva década, otra sorpresa: Almendra no se disolvería luego de la alegría del reencuento sino que seguiría en pie, porque sus cuatro integrantes estaban decididos a mostrar nuevas canciones.

Eso hicieron en Estados Unidos -por primera vez el grupo gozó de presupuesto y buenas condiciones técnicas para grabar un disco-, y cerca del final de 1980, se presentaron las nuevas obras de El valle interior. Era el cierre de 1980.

Fue otra fiesta.

El grupo pasó todo el año de gira por buena parte del país -ésa fue la primera vez que Almendra dejó un buen rédito económico a sus integrantes- y cerró su camino en el festival de La Falda, ya en febrero del 81.

En ese momento. podría decirse, comenzó el derrumbe definitivo de la dictadura que sufríamos desde el otoño del 76.

Luego Almendra no volvería a reconstituirse más, salvo aquella vez, fugaz por cierto, de la noche de Las Bandas Eternas, en diciembre de 2009, donde Spinetta reunió a la compañía musical de toda su vida.

En el 2000, a instancias de los máximos directivos del sello BMG, sucesor de RCA Victor, fui responsable de la edición del box set almendra 68/70 que reunió la obra del grupo en su primera aparición.

Emilio del Guercio hizo el diseño y supervisó estéticamente el producto, Rodolfo García fue el responsable de la documentación histórica, Osqui Amante remasterizó artesanalmente la música, y Luis Spinetta dio el sí.

En la apertura del libro que acompañaba esos discos, escribí:

Entre la lluvia y el sol, aparece el arco iris. Mágico, inmenso, único, el arco iris parece un sueño. Dura poco.

Almendra apareció una tarde de 1968 y le puso colores al cielo de Buenos Aires.

No conoció horizontes, fue de todos y también inalcanzable. Como el aco iris.

Y rápidamente se esfumó.

El almanaque dice que duró muy poco. Algo menos de tres años. Pero nadie pudo ni quiso borrar el recuerdo de su paso.

Hace 30 años existía Almendra, hace 30 años se fue.

Dejó mucha música. Y su paso fue un viento de libertad. También de amor por las melodías, por la poesía, por el riesgo de crecer sin tutores, por el misterio de lo nuevo.

Cuando las gotitas de lluvia se iluminaron, se hizo el color.

Almendra. Foto: Redes
Almendra. Foto: Redes

Más adelante, puse:

Los 90 empezaron sin Almendra. Su ausencia se sintió. Pero ahora terminan con este retorno, en forma de caja de colección, almendra 60/70, el primer box set de la historia del rock argentino.

Bienvenidos a este sueño que ya tiene 30 años, pero que sigue siendo hermoso para soñar. Porque los colores del aco iris jamás se destiñen. Como las buenas canciones no envejecen jamás.

almendra 68/70 no es un homenaje ni un tributo.

Se recomienda disfrutarlo sin nostalgias ni lágrimas como las del payasito.

Porque cuando suenen las canciones de estos discos, sólo habrá que mirar el cielo, y esperar que llueva y vuelva a brillar el sol. En ese momento, sin que nadie lo haya ordenado, aparecerá otro arco iris y entonces podremos volver a robarle un color.

Víctor Pintos

En Buenos Aires, a fines de 1999

Almendra - Estadio Obras - 17/12/1980 (Video)