Sin dejar de reconocer que la situación de la pandemia tiene en jaque a "la actividad económica del país y en el sistema de producción de bienes y servicios”, el gobierno nacional renovó por segunda vez una medida buscando proteger las fuentes de trabajo.

Se trata de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado y extendido por el presidente Alberto Fernández, junto a todos sus ministros, que prohíbe despidos y suspensiones. Ahora, llega hasta el 30 de septiembre.

La norma apunta directamente a cesantías "sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor". Deja en el mismo lugar a suspensiones laborales establecidas por los mismos motivos.

En caso de producirse, el texto aclara que "no producirán efecto alguno, manteniéndose vigentes las relaciones laborales existentes y sus condiciones actuales”.