Días atrás fueron agujereadoras, tornos, pulidoras, líneas de pintura y lavado, prensas, autoelevadores y líneas de montaje a cadena. Hoy se anuncian el remate de camiones, grupos electrógenos, autos y semirremolques y para mañana está prevista la subasta de 300 de sus tradicionales motos, además de utilitarios de carga, scooters, areneros, cuatriciclos y cascos.

Fueron utilizados en los últimos tiempos por los trabajadores de la tradicional empresa Zanella, que fue parte del mercado local durante siete décadas pero no sobrevivió a la crisis actual y es parte de la historia.

Su dueño Walter Steiner resolvió, casi en soledad, el trágico destino. También resolvió hacer ofrecimientos a los empleados despedidos que son ilegales. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) denuncia que las indemnizaciones, el propietario las ofrece pagar sólo la mitad de lo que corresponde y en ocho cuotas.

En los últimos tiempos, desoyó al gremio y se negó a entregar productos como parte de pago. Para el 27 de diciembre está prevista la Asamblea General de Accionistas, a desarrollarse en San Luis. Así se pondrá “en consideración de la venta de la marca Zanella y otras marcas y derechos de propiedad de la sociedad y autorización de activos muebles e inmuebles". Se aduce que habría al menos un interesado.

Zanella cerró en Mar del Plata primero, y dejó varadas a las decenas de personas que trabajaban en la planta de Cruz del Eje. El histórico complejo bonaerense, en Caseros, ubicado sobre calle Juan Zanella, fue testigo del despido de los últimos 75 empleados.

La despedida se presenta en el contexto de muchos trabajadores sin cobrar durante los últimos cuatro meses y esperando saber cómo pasarán las fiestas.