Posiblemente con un contexto diferente en tiempos en los que el aislamiento es recomendado, pero la relevancia de la Ley de Góndolas no es menor. Recientemente promulgada por el gobierno nacional, con su implementación habrá “nuevos supermercados” en la grandes superficies comerciales.

Es que el texto de la norma establece que en las categorías alimentos, bebidas y artículos de limpieza y tocador las marcas de un mismo grupo económico no podrán ocupar más del 40% de la góndola en el primer año de implementación de la medida, y no más del 30% a partir del segundo año.

Su objetivo central es fomentar la competencia, permitir el ingreso de nuevas marcas y en consecuencia lograr una diversidad y baja de precios en beneficio del consumidor. Las pequeñas y medianas empresas tienen reservado, ahora por ley, su lugar en las góndolas.

También establece que el plazo máximo de pagos pasa a ser de 90 días y que los proveedores podrán aplicar intereses en caso de pagos realizados fuera de término; que los supermercados no podrán exigirle a los proveedores aportes o adelantos financieros por ningún motivo, ni podrán aplicar a los proveedores retenciones económicas o débitos unilaterales.

Los establecimientos deberán garantizar, a su vez, un 25% de la góndola para la exhibición de productos de micro y pequeñas empresas nacionales y un 5% adicional para productos originados por la agricultura familiar, campesina e indígena y los sectores de la economía popular.

La normativa alcanza a 13 empresas que facturan $1.700 millones al año y comprenden el 26% de la cadena comercial del país.