El presidente Alberto Fernández aseguró que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional  está "cerrado", pero "falta que se oficialice la baja de tasa". En ese sentido, señaló que mantuvo un diálogo con la titular del organismo, Kristalina Georgieva y diijo que si esa baja de las sobretasas no se oficializa pronto "se puede manejar con una cláusula pari passu, como el tema del plazo".

Cabe recordar que el FMI pretende lograr un acuerdo para el pago de la deuda de 44 mil millones de dólares contraída por el gobierno de Macri que contemple un plazo de 10 años para abonar el crédito, mientras que la pretensión del gobierno es extender ese plazo a 20 años, lo que no es posible ya que el reglamento del Fondo no lo permite.

En ese sentido, la llamada cláusula pari passu es para que en caso de que, en determinaciones futuras, el organismo amplíe los plazos para abonar las deudas contraídas por los países, Argentina puede acoplarse y extender los pagos por más años. 

La posible solución que planteó Fernández en el tema de las sobre tasas que cobra el Fondo Monetario, sería similar, es decir acogerse a una cláusula de trato igualitario si la entidad financiera internacional mejora las condiciones de sus programas de crédito en general.

Cabe recordar que el mandatario argentino viene reclamando en distintos foros internacionales una rebaja en las tasas de interés para poder hacer frente a los pagos en el futuro y que ello no condicione las políticas sociales y económicas en el marco de la crisis económica que desató la pandemia a nivel mundial.

En ese sentido, instó a los países centrales con mayor representación en el FMI a “repensar una nueva arquitectura financiera internacional” para hacer frente a la “triple crisis de pandemia, cambio climático y deuda que golpea duramente a los países de renta media como la  Argentina”. 

El mandatario argentino expresó que "el acuerdo está cerrado" durante una entrevista con El Destape donde además señaló que la titular del FMI le dijo que "su problema por el tema China está por solucionarse", al referirse a una denuncia que pesa sobre Kristalina Georgieva, quien fue acusada de haber sido la responsable de la manipulación de un informe del Banco Mundial (Doing Business) con la intención de favorecer a China, cuando ella era jefa de operaciones de esa entidad multilateral, lo que provocó dudas con relación a su continuidad en el cargo.