El Banco Central (BCRA) resolvió extender la postergación de los vencimientos de las tarjetas de crédito hasta el final de la ampliación de la cuarentena.

Implica que los vencimientos de las tarjetas de créditos y préstamos se postergan hasta el lunes 13 de abril.

Si bien la medida remarca que aquellos clientes bancarios que estén en condiciones de honrarlos en tiempo y forma deberán hacerlo.

En ese contexto, el Central recortó también la tasa de interés para los saldos de financiaciones vinculadas a tarjetas de crédito del 55% al 49% para los resúmenes que reciban los usuarios con consumos que venzan a partir del 1 de abril.

“Cuando se trate de financiaciones de entidades financieras bajo el régimen de tarjeta de crédito, los vencimientos de resúmenes de cuenta que se produzcan entre los días 1 al 12 de abril de 2020 podrán ser cancelados por los clientes el día 13 de ese mes por el mismo importe del resumen y sin ningún recargo”, informó el BCRA.

Además, dispuso que hasta esa misma fecha tendrán plazo para pagar sus cuotas los deudores de créditos bancarios (prendarios, personales e hipotecarios) aunque, en caso de que no estén en condiciones de hacerlo para entonces, los bancos deberán aplazar el cobro de esa cuota hasta el final del crédito concedido "en las mismas condiciones en que fuera pactado y sin poder aplicar ningún recargo punitorio".

Esto supone que si el deudor debía pagar la cuota 20 de un crédito tomado a 36 meses, el vencimiento de abril pasará automáticamente a convertirse en la cuota 37 de esa financiación sin necesidad de que el cliente incluso lo informe.

"Esa reprogramación se activará directamente ante el no pago de la cuota", explicaron en un comunicado.

Bancos abren para jubilados, pensionados y programas sociales

La medida contempla que los bancos deberán reabrir sus sucursales desde el viernes aunque sólo estarán disponibles para atender pagos de "prestaciones de la seguridad social", es decir, jubilaciones, pensiones y los planes y refuerzos diseñados por la crisis derivada de la pandemia.

Esto quiere decir que las entidades seguirán sin atender al público en general, pero deberán tener habilitados en todas sus sucursales al menos un "buzón" para cursar pagos y una máquina preparada para la recepción de grandes sumas de efectivo, además de la habilitada para depósitos en general.